El Gobierno francés confirma que más de un millón de personas se han manifestado contra la reforma de las pensiones
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, insiste en que la reforma seguirá adelante, a pesar de las multitudinarias concentraciones
París
Más de un millón de personas han participado este jueves en las manifestaciones, celebradas en distintos puntos del país, para protestar contra la polémica reforma de las pensiones que propone el Gobierno, según ha confirmado el ministro de Interior, Gérald Darmanin. Las concentraciones y también huelgas en algunos sectores han sido convocadas por el conjunto de los sindicatos franceses. "La movilización es a la imagen de lo que leemos en las encuestas, es decir, que una gran mayoría de los ciudadanos de este país están en contra de esta reforma", ha celebrado Philippe Martínez, secretario general de la Confederación general del trabajo (CGT) francesa, desde la cabecera de la multitudinaria manifestación organizada en París.
La de la capital ha sido la demostración de músculo más importante de esta jornada nacional de movilizaciones, pero las protestas se repitieron por toda la geografía francesa, desde Marsella a Nantes. Junto a las manifestaciones, además, ha habido huelgas que se han dejado sentir de forma especial en sectores como el del transporte público, que está funcionando al ralentí en los ferrocarriles y en las grandes ciudades, o la educación.
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En París, aun a falta de cifras de asistencia oficiales, una marea humana se ha expandido desde el mediodía por la zona en torno a la Plaza de la República, antes de comenzar marchar lentamente hacia la Plaza de la Nación. "Hay mucha, mucha gente. Mucho más que lo habitual. El mensaje es claro: No al aumento del tiempo de cotización y no al retraso de la edad legal de comienzo de la jubilación. Es simple", ha recalcado Martínez. Algunos de los manifestantes causaron incidentes y destrozos por los que fueron detenidas 38 personas.
Antes de comenzar, los líderes sindicales ya preveían una participación masiva. En unas declaraciones a la prensa poco antes del inicio de la manifestación en París, Martínez ha subrayado que las informaciones que le llegan de toda Francia muestran que hay más manifestantes que el 5 de diciembre de 2019, en el inicio de las protestas contra el anterior proyecto de reforma de las pensiones, cuando la CGT contó 1,5 millones de personas y la policía 806.000.
En la misma línea se manifestó Laurent Berger, secretario de la Confederación Francesa Democrática de Trabajadores (CFDT), primer sindicato del país, que dijo sentir "una fuerte movilización, más de lo que pensábamos". "No puedo más que estar satisfecho", señaló Berger, que insistió en que "esta reforma no es justa" porque afecta en particular a los trabajadores que empezaron a trabajar antes de los 20 años.
Pulso de los sindicatos a Macron
Los sindicatos buscaban este jueves una demostración de fuerza para escenificar la impopularidad del proyecto de reforma del sistema de jubilaciones que Macron ha ubicado entre las prioridades de su gobierno para este 2023. Los dos principales ejes del proyecto, que el Ejecutivo defiende como imprescindible para el equilibrio financiero del sistema, son el retraso de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y el aumento del periodo de cotización de 42 a 43 años para 2027.
"Aquí están todas las organizaciones. Es una gran señal de que la gente está furiosa", ha aseverado a Gaelle Martínez, secretaria nacional del sindicato Solidaires. Tras los sindicatos desfilaron miles de organizaciones pequeñas y personas anónimas, desde estudiantes a trabajadores cercanos a la jubilación. "Estamos aquí para decir que no, porque es también una cuestión de visión de la sociedad. ¿Queremos ser una sociedad que utilice al ser humano o queremos una sociedad para el beneficio del ser humano?", afirmaba un estudiante.
A pesar de las manifestaciones masivas, Macron, que se encuentra este jueves en Barcelona para una cumbre hispano-francesa junto al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha afirmado que el Gobierno no va a dar marcha atrás a la reforma. "Si queremos ser justos entre las generaciones y salvar nuestro sistema de reparto, debemos hacer esta reforma", ha concluido.