El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente francés, Emmanuel Macron, se han citado este jueves en Barcelona junto a una veintena de sus ministros para firmar el primer Tratado de Amistad entre ambos países, que pretende elevar al máximo la cooperación bilateral. Sánchez ha querido reivindicar que el Tratado aborda numerosos «proyectos con un enorme potencial como el H2Med, que une Francia, España y Portugal a través de Barcelona y Marsella». «Con ello sellamos una excepcional relación entre países y dotamos de un marco jurídico destinado a perdurar en el tiempo. Refuerza ambos países y refuerza un proyecto común: Europa», ha afirmado Sánchez desde Barcelona. «Queremos tejer una relación más intensa y tenemos margen para ello en la industria como fuente de riqueza, una relación que afiance la ciencia, donde las empresas entablen diálogos, un turismo sostenible e innovador, una economía verde y digital, donde se defienda el patrimonio medioambiental. Queremos tender puentes entre naciones para que las ideas sigan intensificando la relación entre ambos países», ha explicado. Durante la rueda de prensa, el presidente del Ejecutivo ha mostrado de nuevo su apoyo al pueblo ucraniano, su «legítima defensa» y el deseo de «recuperar una paz quebrada por la agresión rusa». Finalmente, Sánchez ha reivindicado la «necesaria reacción de la Unión Europea ante los planes para traer inversiones», donde ambos gobiernos coinciden en que Europa debe dar una respuesta firme hacia la transición digital y verde, y la «necesidad de avanzar en la reforma del mercado europeo», sobre el que ambos países han presentado sus propuestas. «Europa es una comunidad de valores y esta cumbre une aún más ambos países en esta ciudad abierta a un futuro de oportunidades», ha terminado. El presidente español ha querido aprovechar la oportunidad de lanzar un reproche a Pere Aragonès, que se ha marchado antes de la interpretación de los himnos nacionales de España y Francia por parte de las tropas del Regimiento de Infantería Barcelona 63. «Me hubiera gustado que Aragonès se hubiera quedado en toda la ceremonia», ha mencionado. En la rueda de prensa posterior, Emmanuel Macron ha celebrado la firma del Tratado en Barcelona que «se enmarca en esta historia entre ambos países que andan juntos». «El Tratado permite profundizar y estructurar cooperaciones, ya que tenemos que renovar el marco cooperativo en defensa, acelerar la cooperación en la interconexión ferroviaria eléctrica y también en materia de gas», ha apuntado el presidente francés. «Nuestra cooperación en materia de investigación se va a fortalecer en el tema de la agricultura y en el ámbito educativo-cultural universitario», ha añadido. Macron ha afirmado que lo que España y Francia pretenden, en definitiva, es «fortalecer la relación bilateral, permitir ser más eficaces y alimentar la cooperación dentro de la Unión Europea» ya que ambos países tienen «la misma concepción sobre Europa: segura de sus valores y derechos para luchar contra competencia del mundo de hoy», ha comentado. «Vamos a servir nuestra cooperación en grandes temas: la guerra en Ucrania, frente a la que hemos decidido desarrollar nuestro apoyo al país y promover una diplomacia que apoye la paz. Además de eso, queremos defender la reforma del mercado eléctrico. Este camino es un camino de amistad, de elección afectiva al servicio de una historia que es más amplia que nosotros, al servicio de los pueblos y de ambición europea por un continente que tiene apego a la paz, la prosperidad y la transición ecológica», ha concluido, finalizando su intervención. El presidente catalán, Pere Aragonès, ha dado la bienvenida este jueves al jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, y al presidente francés, Emmanuel Macron, al inicio de la cumbre hispano-francesa en Barcelona, aunque se ha ausentado antes de la interpretación de los himnos nacionales de España y Francia por parte de las tropas del Regimiento de Infantería Barcelona 63. En el tiempo de espera previo a la llegada de Macron, Sánchez y Aragonès han vuelto a conversar brevemente a solas. Este encuentro se desarrolla en medio de movilizaciones tanto en Barcelona como en Francia. Junto a la Fuente Mágica de Montjuïc, a escasa distancia del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), donde se desarrollará la cumbre, el independentismo se manifiesta bajo el lema «¡Aquí no se ha acabado nada!», para reivindicar que el «procés» sigue vivo. La ANC le ha reprochado a ERC que caiga en la «contradicción» de tener al presidente catalán, Pere Aragonès, en el saludo inicial a los participantes de la cumbre y, en paralelo, envíe al presidente del partido, Oriol Junqueras, a la manifestación de protesta, que ha abandonado pronto después de que varios independentistas le hayan proferido gritos de «¡fuera, botiflers!» y «Junqueras traidor!» Los precedentes más recientes de tensiones internas son la manifestación independentista de la última Diada del 11 de septiembre, en la que se escucharon consignas contra el Govern de Aragonès, y el acto de celebración del quinto aniversario del 1-O, donde los dirigentes de ERC fueron abucheados. Tras ausentarse de la parte final de la recepción, Pere Aragonès ha dado una rueda de prensa en la que ha puesto de manifiesto «la buena relación del gobierno de Cataluña con las instituciones francesas». «Queremos ser un Estado más de Europa», ha reivindicado una vez más, al tiempo que lamenta que la Generalitat no participe en la cumbre cuando en diversas cuestiones Cataluña es la que mejor conoce sus necesidades. «Se ha querido utilizar la cumbre de hoy para imponer una realidad que no es. Sigue existiendo una mayoría sólida y transversal que quiere elegir libremente el futuro del país. Mientras el Estado siga mirando para otro lado, seguirá habiendo conflicto», ha sentenciado, pidiendo que se dé «una respuesta democrática a la voluntad en Cataluña». Pese a la que la manifestación de este jueves en Barcelona ha reunido a unas 6.500 personas, según la Guardia Urbana, Aragonès ha asegurad que el independentista «ha salido mayoritariamente a la calle» y ha restado importancia a los abucheos contra Junqueras: «Me gustaría subrayar que ha sido una movilización muy mayoritaria de autoafirmación en positivo y no centrarme en expresiones muy minoritarias de un grupo muy pequeño de manifestantes», ha intentado zanjar.