La salud de Putin: un elemento de propaganda más en la guerra de Ucrania

Madrid

Es 9 de mayo de 2022, hace menos de dos meses que Putin ha invadido Ucrania. El presidente ruso sale a un gran escenario en la Plaza Roja de Moscú en el que se celebra por todo lo alto el Día de la Victoria, en el que Rusia conmemora la victoria sobre los nazis en 1945. En su camino hacia el atril, el mandatario camina lentamente y cojea, muestra una imagen débil que contrasta con el tono del mensaje de arenga que pronunciará unos segundos después. Esta y otras imágenes similares de los últimos meses han generado dudas sobre la salud del presidente ruso, de 70 años.

El último en hablar de ello ha sido -esta misma semana- el presidente ucraniano, Vlodimir Zelensky, durante una conferencia del Foro de Davos. "No estoy seguro de que el presidente de Rusia siga vivo". Es la primera vez que el líder ucraniano habla en estos términos y lo hace, además, después de que sus servicios de inteligencia hayan asegurado que Putin está enfermo de cáncer y que no le queda mucho tiempo de vida. Ya en junio del año pasado, tres líderes de la Inteligencia estadounidense aseguraron que Putin había sido tratado por un cáncer.

Los crecientes rumores obligaron incluso al ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, a desmentir que esto fuera así. "Nadie en su juicio puede apreciar un síntoma de enfermedad en él", dijo Lavrov, en una entrevista televisada a las cadenas TF1 y LCI en Francia. "Pueden verlo en las pantallas, escuchar sus discursos. No creo que las personas en su sano juicio pueda apreciar un síntoma de enfermedad en este hombre", enfatizó.

Una herramienta de propaganda fuera pero también dentro de Rusia

"El Gobierno de Ucrania quiere dañar la reputación del presidente, se le pinta como un hombre enfermo poco lúcido, sin dejarse guiar y esto incentiva el deterioro de su imagen, fuera y dentro del Kremlin", asegura Álvaro de Argüelles, experto en Estudios Internacionales de El Orden Mundial. "La novedad en el caso de Putin es que sí hay personas cercanas a él filtrando noticias sobre él, aunque hay que tomarlas con cautela", explica este experto.

Sobre el futuro del conflicto, de Argüelles explica que si Putin muriera obviamente cambiaría el rumbo de la guerra, pero es difícil pronosticar en qué medida lo haría. Durante mucho tiempo parte de la cúpula militar de Moscú ha mostrado sus dudas sobre el futuro del conflicto, pero ahora "ha decidido emprender una huida hacia adelante".