Sin radioterapia, sin urgencias, ni pediatra: los otros problemas en la Sanidad de Castilla y León

Unos 150 kilómetros separan Soria de su hospital de referencia, el Universitario de Burgos. Esta es la realidad en una de las tres provincias de Castilla y León que, junto con Ávila y Palencia, no tiene unidad de radioterapia, lo que obliga a los pacientes con cáncer a hacer varias horas de coche todos los días. «Fueron 25 sesiones de radioterapia. Hacía hora y media de ida, y hora y media de vuelta para tener 10 minutos de sesión. De lunes a viernes. Todos los días», recuerda Victoria. A finales de 2020 le diagnosticaron un cáncer de mama y ahora, ya recuperada, todavía le queda una operación, la de reconstrucción, que también se tiene que hacer en Burgos: «llevo más de seis o siete meses esperando la primera cita». En Soria, la Junta de Castilla y León ya ha iniciado los trámites para crear esta unidad de radioterapia, pero no va a estar lista hasta, al menos, 2025. Y esto, teniendo en cuenta que es una capital de provincia. Victoria reconoce que tuvo suerte al poder contar con su marido para que le llevase en coche todos los días. Una opción que no ha tenido Miguel Ángel: «no había autobús, tampoco coche, así que tuve que coger la ambulancia. Tenía que recorrer no se cuántos pueblos porque no iba solo. Hubo un día que salí de casa a las seis de la mañana y volví a las seis de la tarde». Este hombre de 69 años narra cómo fue uno de los trayectos desde su pueblo, Litos, hasta Zamora, que está a 56 kilómetros, y que es donde tiene que ir para hacerse las revisiones por el cáncer que padeció. «Te dicen, no te preocupes, si tienes un problema llamas al 112. Si llamas al 112 puedes esperar horas», comenta molesto. Zamora también es un ejemplo de la situación sanitaria en la comunidad. Jerónimo Cantuche, portavoz del Movimiento en defensa de la Sanidad Pública allí, lo califica de sanidad de subsistencia. «En estos momentos, nos faltan 38 médicos de familia de los 210 asignados. Esto, en una población muy envejecida y con más de 400 núcleos de población», explica. Las previsiones para el próximo año no son mejores, según apunta Cantuche, se va a «tocar fondo» pudiendo tener un déficit del 50% de la plantilla de médicos. Consultas que ya han desaparecido, y consultorios que solo abren una o dos veces a la semana. Es lo que le ocurre a Daniel, que vive en Villafáfila, y que tiene que hacerse 40 minutos en coche para llevar a su hija al pediatra porque el que va a su pueblo solo atiende a niños sanos. «Hace las revisiones cada martes, pero no nos soluciona nada porque si se enferma un niño tenemos que ir a Zamora», argumenta Daniel que recuerda que «hasta hace poco» han estado sin pediatra un año entero: «mucha de la gente decide marcharse. Nos obligan a marchar». Una sanidad que no ayuda a la despoblación y que tampoco anima a los jóvenes a vivir en los pueblos. María, de 25 años, reside en Vega de Ruiponce, entre Valladolid y León. «Las urgencias están muy poco preparadas. Hay veces que tienen medicamentos caducados. A la mínima te mandan a Valladolid porque no disponen de ningún tipo de medios», critica. Esto le ha llevado a que no haya tramitado su cambio de médico, porque le «es más fácil acceder en Valladolid porque en el pueblo es casi imposible». «Cuando me dice alguien del pueblo que ha ido al fisio, yo les pregunto que a cuál. Entonces, me contestan que a uno privado que es muy bueno. Mi respuesta es que me parece muy bien, pero que hay que tener dinero para pagarlo», replica Miguel Ángel. «Hay muchas cosas que mejorar pero apuesto por una Sanidad pública, porque el tratamiento que me he dado sería imposible podérnoslo pagar, esto no tiene precio», reivindica Victoria. Es que, a pesar de estar «dejados de la mano de Dios», como afirma María, todos lo tienen claro: la solución no pasa por la privada.

Sin radioterapia, sin urgencias, ni pediatra: los otros problemas en la Sanidad de Castilla y León

La falta de servicios y de personal sanitario en los pueblos y algunas provincias de la comunidad pone de manifiesto la realidad que sufre desde hace años la región

Javier Liébana Giraldo

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