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Sundance 2023 | Anne Hathaway le da la vuelta al mito de la femme fatal en 'Eileen', adaptación de Otessa Moshfegh

El director William Oldroyd’s dirige este thriller psicológico con mucho humor negro que es un tratado psicológico de las mujeres oprimidas

Park City (Usa), 21/01/2023.- (L-R) Shea Whigham, Luke Goebel, Ottessa Moshfegh, Marin Ireland, Thomasin McKenzie, Anne Hathaway, and Director William Oldroyd arrive for the premiere of 'Eileen' during the 2023 Sundance Film Festival in Park City, Utah, USA, 21 January 2023. The festival runs from 19-29 January 2023. (Cine, Irlanda, Estados Unidos) EFE/EPA/George Frey / George Frey (EFE)

Park City

Ottessa Moshfegh se ha convertido en una de las escritoras de moda. Lo hizo gracias a Mi año de descanso y relajación, pero antes de eso ya había sorprendido al mundillo literario con Mi nombre era Eileen. Historias donde la psicologías de los personajes femeninos es retorcida y compleja, donde las mujeres quieren huir o desaparecer, o todo a la vez. Tras debutar como guionista este mismo año, en Causeway, película protagonizada por Jennifer Lawrence, ahora la escritora que acaba de publicar nueva novela, Lapvona, repite como guionista pero adaptando su primera novela. Lo hace en Eileen, una de las películas que más expectación ha generado e el Festival de Sundance.

El humor y el homenaje Hitchock predominan esta adaptación que dirige William Oldroyd’s, el director de Lady Mcbeth, y que protagonizan Anne Hathaway y Thomasin McKenzie". "Es una mezcla de Carol y de Reservoir Dogs" bromeaba Anne Hathaway a su llegada a la premiere de Sundance. Lo cierto es que tiene ecos de la película de Todd Fields, en la relación de estas mujeres, en la época y en la textura de la imagen y ese final violento que gustará a Tarantino. La actriz había visto el anterior filme del director y leyó con entusiasmo este guion que firma la escritora y su marido.

“Había visto Lady Macbeth y, como mucha gente, pensé que era lo más fresco que había visto en mucho tiempo. Cuando llegó el guión de Eileen tenía claro que lo quería hacer, pero además me pareció todo un desafío. Lo encontré muy oscuro y muy divertido, pero es complicado. Es tan inteligente, que me llevó algunas lecturas para sentir que lo había entendido todo", contaba la actriz, ganadora del Oscar. Por su parte, McKenzie envió el guion a una psicóloga real que trabaja en una cárcel de Nueva Zelanda para pillar mejor al personaje. "Tenía mucha curiosidad por ver cómo era una prisión por centro y esa psicóloga me dio muchas claves, incluso de algunas enfermedades mentales que podría tener el personaje", contaba.

Eileen es una adolescente inteligente y con una desbordante imaginación, hastiada de la apatía del lugar donde vive. Quizá Eileen sea una muestra de cómo el aburrimiento genera monstruos o detrás de ese juego de estilo que propone el filme se esconda un retrato de la sociedad americana, aparece el crimen, el alcoholismo, el puritanismo sexual... Pero sobre todo, el director traza un estudio profundo del sufrimiento y la psicología de las mujeres en una sociedad opresora y masculina que las sexualiza y las utiliza y cómo se refugian en su propio mundo. Una de las escenas del filme es un baile en una discoteca de las dos protagonistas donde un sobón trata de ligar con Anne Hathaway y ella lo empuja cómicamente.

“La idea de interpretar a alguien que está delirando todo el rato, pero no se da cuenta de nada, me parecía maravilloso", decía la actriz que alabó el guion y la novela. "Voy a decir algo y siento si esto se va a convertir en el titular de la noche, pero me he acordado de cuando con 16 años un periodista me preguntó si iba a ser una chica buena o una chica mala. Ahora tengo la respuesta, está película y este personaje es la respuesta", explicaba la actriz que entiende el filme como una manera de protestar ante la cosificación de la mujer.

Llena de sorpresas, la película es también un cuidadoso ejercicio de estilo, donde el realizador y Ari Wegner, directora de fotografía, encuadran de manera cuidadosa a las protagonistas, en esas casas estrechas, donde la protagonista parece acorralada entre las cuatro paredes. El contraste del vestuario de las dos mujeres -firmado por Olga Mill-, de los ambientes por donde se mueven y la cárcel ubican a estas mujeres necesitadas de atención.

El director intercala escenas en las que la joven protagonista imagina cosas grotescas y es que la película va volviéndose cada vez más retorcida ante un oscuro final, tras hora y media de suspense, estilo, buenas interpretaciones y mucho humor negro. La película ha salido del festival con críticas positivas, algo necesario pues, de momento, no tiene la distribución asegurada.

Pepa Blanes

Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada...