Los obispos han reaccionado al ataque de este miércoles a dos iglesias de la localidad gaditana de Algeciras en el que un joven de 25 años mató a un sacristán e hirió a un sacerdote, entre otras personas, condenando la «atrocidad» y pidiendo que no se «demonice a ningún colectivo». El presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, ha asegurado que está «conmocionado por el ataque armado sucedido en dos parroquias de Algeciras», que ha calificado de «atrocidad». El presidente de los obispos españoles ha expresado su conmoción por el ataque. «Rezo por las víctimas y por sus familiares», ha escrito Omella. El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, César García Magán, también ha condenado el asesinato de un sacristán y ha pedido que no se «demonice a ningún colectivo» ni se caiga en demagogias o en identificar el terrorismo con ninguna religión. García Magán ha participado este jueves en un desayuno informativo en Madrid en el que ha trasladado sus condolencias a la familia del sacristán asesinado y ha condenado el uso de la violencia, «especialmente grave» cuando se pretende «justificar equivocadamente» en nombre de Dios. «No podemos caer en provocaciones, echar leña al fuego», ha revindicado, llamando también a que no se hagan «demagogias e identificar el terrorismo con ninguna religión y ninguna fe». «Dejemos a las autoridades judiciales y policiales que hagan su trabajo y determinen las causas de esos hechos lamentables, injustificables y execrables», dijo. «Incluso podemos decir de manera amplia que ofreció su vida por el sacerdote que estaba allí, que parece ser que era a por quien iba» el agresor. En este punto, el prelado recordó las palabras de Cristo en el Evangelio: «Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por los amigos». El secretario de la Conferencia Episcopal también se hizo eco de que habló la pasada noche con el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zorzona, y con el cardenal Juan José Omella, que se encuentra en Roma, con quienes coincide en manifestar su «condena absoluta» por la violencia, que tiene «gravedad especial» cuando «se quiere justificar en nombre de Dios». La Comisión Islámica de Melilla (CIM) ha condenado «en la forma más enérgica» el «violento ataque terrorista sufrido en iglesias de Algeciras» y ha mostrado su deseo de que «caiga el peso de la ley sobre quienes atentan contra la vida y la paz social». En un comunicado, firmado por el presidente de la CIM, Hasan Laaboudi, la entidad islámica melillense ha dicho sentirse “profundamente consternada” por este hecho y se ha unido en el dolor «a las familias de quienes fueron víctima de la crueldad y la sinrazón». Algeciras vive las primeras horas de este día de luto oficial, decretado por el alcalde de la localidad, quien ha convocado una concentración de condena por lo ocurrido. La plaza Alta, el corazón de la ciudad donde se produjo el asesinato del sacristán de la Iglesia de Nuestra Señora de La Palma, permanece con algunas velas en el lugar en el que quedó tirado sobre un charco de sangre, el cuerpo sin vida del seglar. A muy pocos metros, en el Ayuntamiento, las banderas ondean a media asta, al igual que en el resto de edificios municipales.