Nacho Duato: "Tengo 25 bailarines ucranianos en San Petersburgo y claro que estoy enfadado con Putin, como la mayoría de los rusos"
El coreógrafo y bailarín, multipremiado por su trayectoria y espectáculos, es el director artístico de la compañía del Teatro Mijáilovski de San Petersburgo
Madrid
La primera parada que ha hecho el bailarín en este viaje sonoro es Moraira, el pueblo de su abuela donde pasaba los veranos recogiendo lapas, pulpitos y cangrejos: "Era como una ficha de dominó, con la espalda negra y blanco por delante. Moraira era el paraíso y la casa, que estaba frente al mar, era maravillosa. Siempre pensé que esa playa era nuestra porque nunca había nadie". De esta pequeña localidad alicantina han pasado a Rocafort, el lugar donde vivió Nacho Duato desde los tres años: "Nunca viajé en metro ni en autobús, y cuando iba a casa de mis amigos me daba envidia que tuvieran ascensor o vecinos en la casa de enfrente. Yo siempre estaba en el campo, jugando con los animales y con Jesús, el jardinero. No recuerdo su cara, pero me acuerdo perfectamente de sus manos porque él fue quien me enseñó a plantar geranios y margaritas".
Nacho Duato: "Tengo 25 bailarines ucranianos en San Petersburgo y claro que estoy enfadado con Putin, como la mayoría de los rusos"
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"¿Quién le dijo a tu madre: 'De todos los hermanos, el único que podría bailar es Nacho'?", le ha preguntado Mara Torres: "Eso fue la señorita Lola. Mi madre hizo un estudio en el sótano de casa para que mis hermanas bailasen y yo quería mirar, pero siempre me decían que eso era cosa de niñas". En aquella etapa todavía no sabía que quería ser bailarín. Fue en Madrid, mientras hacía teatro y obras musicales, donde un profesor le dijo que debía irse fuera de España a buscar una buena escuela donde formarse.
Recogió el consejo y se fue a Londres para matricularse en la Rambert School. Allí llevó una vida austera, dedicada al trabajo y a la danza: "Compartí piso con una chica iraní y otra brasileña. Era una casa okupa y estaba aterrorizado. La gente era muy hippie y yo era ajeno a todo eso, así que yo me encerraba en mi habitación y escuchaba las fiestas que hacían, a las que yo no podía ir porque a las diez de la mañana empezaban mis clases de ballet. Durante los primeros años trabajé en un supermercado poniendo precios, en un McDonald's del que me echaron porque era muy presumido y no quería llevar el gorrito del uniforme, y hacía calceta para poder pagarme los estudios".
Nacho Duato consiguió que la danza mirase al mundo y que el mundo mirase hacia la danza española, y ese fue su objetivo durante los veinte años que fue director de la Compañía Nacional de Danza. Desde su primera coreografía empezó a ganar premios (Benois de la Danse, considerado el óscar de la danza, el Premio Nacional de Danza o Max de Honor) y sus coreografías, 116 ballets, se han representado en las mejores óperas y teatros del mundo. Premios que guarda en un particular rincón de su casa: "Los tengo en el cuarto de la plancha, ordenados y limpios", ha contado risueño.
"¿Echas de menos bailar?", le ha dicho Mara: "No, ahora bailo a través de mis bailarines. El bailarín frustrado es el que echa de menos bailar y estar en el escenario", ha explicado el coreógrafo. Ahora es el director artístico de la compañía del Teatro Mijáilovski de San Petersburgo y ha criticado la situación actual: "Estoy enfadado con Putin, como la mayoría de los rusos. Es increíble pensar que en este siglo haya una guerra en Europa. Yo estoy en Rusia y soy de los pocos que se ha quedado, aunque he recibido muchas críticas. Tengo a 25 ucranianos bailando y mi bailarín principal es de Kiev".
Elena Sánchez
Redactora y productora en Cadena SER. Hablar por Hablar (2013 - 2018) y en el Faro (2018 - actualidad)....