El cine en la SER
Cine y TV | Ocio y cultura

Sundance 2023 | Xavier Dolan anuncia su retirada en Sundance tras presentar su primera serie de televisión

El director canadiense, niño prodigio del cine de autor, dice que ya no tiene nada que contar, tras rodar una de sus ficciones más ambiciosas, una historia de misterio que une todos los elementos de su universo queer

Fotograma de Dolan / cedida

Park City

A Xavier Dolan siempre se le había comparado con Almodóvar. Su cine, con perspectiva queer, se centraba en diseccionar la familia y las relaciones, con madres complicadas e hijos todavía más complicados. En su primera serie para televisión se acerca más a David Lynch, aunque seguramente él diga que su única referencia cinéfila es Titanic. Eso fue lo que soltó en una rueda de prensa en Cannes, festival que le descubrió y que le dio el premio a mejor director ex aequo con Godard. El canadiense, irreverente y redicho al mismo tiempo cumple 33 años, la edad de Cristo, y ha decidido tomarse un respiro.

Dice en una entrevista en el periódico francés Le Monde que no tiene nada que contar y que se va a tomar un descanso como creador, pero no como actor. Lo dicho al mismo tiempo que acude a Sundance donde presenta su serie de televisión, The Night Logan Woke Up, una ficción que, como decimos, se vuelca en el misterio, en lo sinuoso y en la oscuridad de la familia. Se trata de una adaptación de la obra teatral de Michel Marc Bouchard, de quien ya adaptó Tom à la ferme en 2013. que el director lleva al formato televisivo y de la que hemos podido ver en Park City los dos de los cinco capítulos.

Una serie que mezcla terror, humor y drama y que tiene lugar a principios de la década de 1990. Sigue sigue a Mimi y su hermano Jules, que son los mejores amigos de Logan. Los chicos juegan en un equipo de béisbol y acaban de ganar el campeonato regional, mientras sueñan con mudarse a los Estados Unidos. Pero en octubre de 1991, Logan viola a Mimi destrozando a las dos familias. Dinámicas disfuncionales sobre los miembros de la familia, a quienes disecciona tras la muerte de la matriarca, su musa Anne Dorval. La familia es un desastre, con una hija embalsamadora que huyó del pueblo y que ahora es ninfómana. Sus tres hermanos han seguido viviendo en Val-de-Chutes, pero con una vida bastante desgraciada, con drogas, alcohol y vidas tristes como la del propio personaje que interpreta Dolan.

Secretos oscuros, resentimientos, pasado turbio que el espectador infiere gracias a los flashbacks y a pequeños detalles cuidadosamente trazados. Secuencias de ensueño, episodios de alucinaciones, colores apagados y sombríos son los elementos con los que Dolan, menos luminoso que en otras de sus películas, como Lawrence anyways, busca el suspense. Hans Zimmer firma la música sombría de la serie que rodea a estos personajes que se mueven entre la luz y la oscuridad, entre los sueños y la realidad. De ahí, la comparación con Lynch. Infidelidades, pesadillas, hermanos secretos y una caja misteriosa son solo algunas de las jugosas piezas reveladas al inicio de la serie que presenta a cada personaje y sus torturadas vidas.

El director de Matthias et Maxime, Mommy o Solo el fin del mundo ha ido construyendo una identidad visual en sus ocho largometrajes, donde la estética vintage predomina en la fotografía. Aquí ha cuidado todo el decorado, esa cocina, esos sofás, ese salón... También una continuidad temática con personajes de una generación desencantada y con familias que no encajan en el modelo tradicional. Lo novedoso en esta serie es incluir un suceso trágico y casi una investigación con dos líneas temporales en la que el espectador se va adentrando. A Dolan se le da vi el nuevo género, que encaja bien con sus manierismos y su propio universo, con el uso de la música y los elementos pop y con el drama gritón y desesperado en que tan bien se mueve.

Xavier Dolan teje una historia evocadora e íntima cuya construcción en serie permite una exploración más profunda de las relaciones complicadas dentro de las familias de lo que hasta ahora había hecho, el largo metraje de los cinco capítulos, permite al director usar nuevos recursos narrativos para excavar en esa búsqueda de las verdades y de los traumas de cada miembro de la familia. Realismo descarnado a flor de piel para contar cómo nos dañamos los seres humanos. Pero además, la novedad es que incluye un estudio más detallado sobre la culpa, un concepto puramente católico, presente en este drama misterioso.

Pepa Blanes

Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada...