"¡Vivan las abuelas!": La Plazuela juega con un tecno flamenco que hace 'ronear' a la Tarara de Lorca
El grupo granadino llena la sala Sol de Madrid
Madrid
Nada sería igual sin el Omega de Morente y Lagartija Nick. Nada tampoco sin La Leyenda del tiempo de Camarón. Cada generación se reivindica y tiene sus propios hitos. Si no, que se lo digan a Rosalía. Imposible entender su Mal querer sin la tradición y su propia genialidad para hacerla evolucionar. De todo esto y de mucho más se sirve La Plazuela, el grupo granadino que fichó hace un año por Universal y que lo dio todo anoche en Madrid en la sala Sol en su concierto más importante en la capital.
"La moda de Madrid a Graná no nos llega", cantan en su último single 'El lao de la pena', que aunque sacado esta misma semana, era coreado por la mayoría de un público absolutamente entregado. En una semana se acabaron las entradas cuando salieron a la venta dentro de los conciertos de Inverfest. Luis Abril, 'Nitro', ya se encargó de anunciar que para el próximo concierto iban a necesitar un lugar más grande.
El 'roneo' de la Tarara y el poder de las abuelas
Comenzó el concierto con un punteo flamenco de guitarra evocador para romper con la batería, teclado eléctrico y voz. Uno de los momentos más emocionantes fue cuando se escuchó la nota de voz de Mari Carmen, la abuela de uno de los integrantes del grupo explicando qué es la jámila, también llamada alpechín, dentro del proceso de elaboración del aceite de oliva.
"¡Vivan las abuelas!", gritó el 'Nitro' para reivindicar que de donde venimos explica lo que somos, a todos los niveles. Desde el trabajo diario y el vareo de los olivos en el campo hasta las canciones tradicionales como 'El café de Chinitas' o 'La Tarara', que ahora 'ronea', y se viste de nuevos sonidos y significados: "Y lleva mi tarara, ay, un vestido corto pa' que to' la vean ronear".
La jámila no solo es el líquido oscuro y fétido que sale de las aceitunas cuando están apiladas antes de la molienda, y cuando, al extraer el aceite, se las exprime con auxilio del agua hirviendo. También es el nombre que lleva el proyecto de La Plazuela compuesto por tres canciones populares andaluzas: 'Mi Tarara', 'Perico el de la Tomasa' y 'La Antigua Judería', inspirados en tres temas populares.
"Se saben hasta las antiguas"
2023 será un año importante para estos granadinos. Manuel Hidalgo, 'El Indio', y Luis Abril, 'El Nitro', sacaron su primer disco, 'Yunque, clavos y arcayatas', justo antes de la pandemia y ahora están a punto de ver la luz el segundo, 'Roneo Funk Club'.
"Se saben hasta las antiguas", decía el 'Nitro'. 'Tangos de Copera' es uno de sus temas más conocidos, que hace alusión a la sala granadina de la Industrial Copera, un lugar mítico de la música electrónica desde los años 90. El nombre de sus canciones juega también con la tradición y lo contemporáneo como Realejo Beach, una suerte de playa imposible que sitúan metafóricamente en el barrio más granadino de Graná, El Realejo, a los pies de la Alhambra. Habla de los condenados a quedarse sin playa en verano en una ciudad asediada por el calor.
Camarón, Morente, Manzanita, Ray Heredia, Remedios Amaya, Pata Negra, Califato 3/4 o Delincuentes son solo algunos de los referentes de este grupo granadino. Manuel y Luis Abril se conocen desde los tres años cuando iban a la misma escuela infantil. Pronto comenzaron a imaginarse haciendo canciones y tocándolas. Ahora su sueño no solo se ha cumplido sino que acaba de comenzar.
En una época marcada por la globalización, donde las tiendas y los restaurantes son iguales en todo el mundo, da igual a qué ciudad viajes, se nota una necesidad de tocar tierra para nutrirse de una inspiración que entronca con lo que ya hicieron otros artistas. Barrios como el Albayzín nunca han dejado de resignificarse y esa es su esencia: ser el tamiz por el que pasa el arte de los que saben mirar y ver el regalo de la tradición. Es otra Granada, la de siempre y la de ahora. En la que Lorca se hubiese sentido muy reconocido.
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Maika Ávila
Periodista y autora de 'Conciliaqué. Del engaño...