Así se salvan vidas desde el aire: nos subimos al helicóptero del SUMMA 112 y les acompañamos en el traslado de un paciente
Son la única unidad de España que lleva en el aire el equipo médico al completo de una UVI: Médico, enfermera y técnico. En el último año han atendido a 806 pacientes
Nos subimos al helicóptero del SUMMA 112
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Madrid
"Helicóptero operativo, buena guardia", se escucha tras el walkie. Son las ocho y media de mañana en la base del SUMMA 112 en Las Rozas. El sol sale en Madrid, lo que indica que empieza la jornada para los miembros del equipo de emergencias de helicópteros medicalizados. Por delante, unas 12 horas, hasta que el sol se vuelva a esconder. Fuera, en una explanada, el helicóptero de color amarillo, ya revisado por el mecánico, espera quieto a que termine la reunión de cada mañana en la que Miguel Ropero, el piloto, informa de la meteorología a los tres miembros del equipo sanitario que van a ir con él.
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"Tenemos un día estupendo, no tenemos nada de viento, pero mucho frío. La máxima de hoy subirá un poco, a 12, y de mínima tenemos menos cinco", cuenta. Las nieblas es lo que más les limita para poder salir, pero esta vez no será un problema. La mañana comienza con un aviso pendiente. Del 12 de octubre al de parapléjicos de Toledo. "¿Vosotros de medicina?", pregunta Ropero, que se diferencia con un mono rojo del amarillo reflectante sanitario. "Un señor de 78 años, ya tenemos toda la información sanitaria", responden. "¿Alguna indicación para el vuelo? Nada, ya hemos subido el oxígeno".
Ha pasado solo media hora y ya se están montando en el helicóptero para el primer vuelo del día. De frente, un Airbus H145 que cuenta con dos motores y que "va como un avión", como indica Ropero, al que llaman 'El Comandante'. Antes de subir, pasa su mano por los laterales del aparato para echar un último vistazo: "La seguridad siempre prima". Dentro, el sin fin de botones y pantallas recuerda al de un avión de pasajeros. Test de fuego, bombas anticolisión y una voz en inglés que confirma que todo está correcto. En cuestión de segundos, las hélices convierten el silencio propio del frío mañanero en un fuerte viento que empuja a aquellos que se encuentren a pocos metros.
Una UVI con desfibrilador
Dos flechas y un gran círculo esperan la llegada en el helipuerto del Hospital 12 de Octubre. En pocos minutos, el helicóptero recorre los cerca de 30 kilómetros que lo separan de la base. Cargan al paciente en una camilla y lo montan en el espacio reservado junto a los tres asientos de los sanitarios. "Es una UVI aérea. Tiene todo lo que hay en una UVI de tierra, más pequeño y más comprimido, pero, incluso, se puede desfibrilar a una persona volando", explica el piloto antes de volver a poner los motores en marcha.
Esta es la primera y la única unidad de España que lleva en el aire el equipo médico al completo de una UVI. Médico, enfermera y técnico: Nicolás Riera, Lucía Benavent y Nicolás García. "Esto es un puente, el diagnóstico, el tratamiento definitivo, la rehabilitación se hace en el hospital, nosotros actuamos en los primeros segundos, los primeros minutos, pero, al final, de lo que se trata es de intentar llevar en las mejores condiciones posibles al paciente y en el menor tiempo posible", comenta Riera.
Acuden en situaciones en las que el paciente está muy lejos, no hay ningún recurso más cercano, o bien se trata de una patología tiempo dependiente, como un ictus o un infarto. Tardan "muy poquito en llegar, unos cinco minutos". A veces, son el único recurso que puede llegar porque tienen que ir a una montaña. Riera lleva 15 años atendiendo bajo dos hélices. Entre sus recuerdos, el accidente de Spanair: "Fuimos el primer recurso que llegamos allí. Fue una situación para la que nadie está preparado".
"Lo que peor llevo son los accidentes"
Diariamente, tienen que lidiar con situaciones difíciles y con pacientes potencialmente graves. "Lo que peor llevo son los accidentes porque se personaliza mucho más, ves a alguien que hace un minuto estaba bien", cuenta Benavent. Aunque también reconoce que su trabajo es muy reconfortante: "Hace poco nos llegó una carta de felicitación al equipo. Alguien que nos decía que gracias a nuestra intervención habían pasado una Navidad muy diferente".
Y a todo esto, hay que sumarle un riesgo añadido: volar. "Un día tuvimos que esquivar un pájaro con el que nos íbamos a chocar. El piloto tuvo que hacer una maniobra muy bien hecha, pero muy brusca. Te asustas un poco y te das cuenta de que es un trabajo con unos riegos que no tienes en una UVI móvil", recuerda García. Aun así, prefiere no pensarlo mucho porque se tienen que subir varias veces al día, en verano hasta siete.
Un equipo, el de emergencias en helicóptero del SUMMA 112 que en 2022 atendió a más de 806 pacientes. El último, ya está en Toledo.
Javier Liébana Giraldo
Redactor del equipo de informativos de fin de semana de la Cadena SER. Graduado en Periodismo por la...