Así no hay manera de enfrentarse al cine de Hollywood

Madrid

Se han dicho ya muchas cosas sobre el jubilado de Miranda de Ebro, que mandaba cartas bomba al presidente del Gobierno, pero quiero aprovechar esta Mirada para denunciar que no todas son ciertas.

Por ejemplo, lo de que no ha habido víctimas. Eso no es del todo verdad. Porque, aunque las cartas no hayan explotado, ese jubilado de Burgos nos ha matado a todos los guionistas españoles. Porque, vamos a ver, así no hay manera de que podamos enfrentarnos al cine de Hollywood. Dicen los manuales y el sentido común que las buenas historias surgen de observar la realidad que te rodea. Pero claro, eso será si no eres español. Porque si tú miras lo que te rodea aquí, acabas escribiendo una película de acción sobre un autónomo de Ponferrada que se enfrenta al nuevo sistema de cotizaciones.

Lo que haría Hollywood es justo lo que hizo la CIA. Los servicios de inteligencia de EEUU pensaban hasta hace unos días que detrás de los sobres estaban agentes de inteligencia rusos, que es lo que tiene todo el sentido del mundo que diga la CIA, porque la CIA existe para enfrentarse a cosas así y no a un jubilado de Burgos que se llama Pompeyo. Porque lo único hollywoodiense en la historia de Pompeyo es eso, que se llama Pompeyo.

Por eso quiero decirles a todos aquellos que piensan que el cine español es demasiado cutre que igual el problema no lo tienen con el cine español, sino con España. Porque habremos hecho películas malas, pero ninguna tan mala como para que el villano sea un jubilado de Miranda de Ebro que manda cartas bomba que no explotan.

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