"Todos los economistas tenemos un componente cenizo, pero se puede salir"
La cita es del economista Moisés Martín Carretero, autor de "El futuro de la prosperidad" (Ariel), en el Mitos 2.0 de Hoy por Hoy que debatía sobre el poder de los cenizos, de esas personas de destrucción masiva que te deprimen en el día a día o a través de los medios. Los que siempre lo ven todo mal y te recuerdan que lo peor está por venir.
A los cenizos hay que plantarles cara
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Madrid
Los cenizos, como especie, son la antítesis del lobo. Jamás atacan en manada, sino de forma individual y por sorpresa. Son una especie de guerrilleros psicológicos que te asaltan en cualquier momento del día y lugar: en casa, en el trabajo, en un taxi, en una presentación, en la puerta del cole. Son lo más parecido a una divinidad humana de la desgracia, del mal rollo, de los presagios negativos o de la predicción apocalíptica. Su poder es infinito y lo peor es que no solo te rodean, sino que te pueden agredir desde un medio de comunicación o desde las redes sociales. El cenizo puedes ser hasta tú, porque todos llevamos dentro esa capacidad de fastidiar la vida al prójimo. Pero no es necesario.
Hay personas cenizas y profesiones cenizas. Entre estas últimas están los economistas que tienen esa capacidad de recordarte que tu ruina está cerca. Moisés Martín Carretero reconoce que su profesión es particularmente ceniza y ya se les señalaba como agoreros desde el siglo XIX. ¿Pero se puede salir? Se puede y se debe. Primero porque la realidad es contradictoria y cíclica, la botella siempre está medio llena o medio vacía, y lo fácil es optar por el dato negativo del día cuando lo que hay que hacer es mirar a medio y largo plazo. Para el autor de "El futuro de la prosperidad" en su profesión "se tiende a sobrevalorar a los cenizos", a dar crédito a los que "siempre están previendo crisis", porque como estos va de ciclos hay un momento en el que aciertan. Luego están los que aciertan los momentos de prosperidad "que ni tienen tan buena prensa ni vende tantos libros". Lo bueno no vende.
Moisés Martín Carretero reconoce que en 30 años de profesión no ha conocido a ningún economista cenizo que reconozca que se ha equivocado. Y lo peor es que los mensajes negativos de los profesionales de la economía afectan al día a día, pueden provocar bajadas de demanda, caída de acciones o cierres empresariales. ¿Y se puede cambiar la forma de contar la economía? Para Martin Carretero "lo primero que los economistas deben tener claro es que no son oráculos, ni semidioses ni una élite intelectual capaz de dirigir la sociedad". Como decía Keynes, llegará el día en el que los economistas sean como los dentistas, gente honesta que hace su trabajo y punto, no estrellas del rock. Ángels Barceló ha añadido que muchas veces son los medios los que buscan esos análisis catastrofistas, en vez de buscar en el economista la explicación de lo que pasa.
Los oyentes de Hoy por Hoy han apoyado la tesis de que los cenizos son personas de destrucción masiva, pero apuestan por no callar, hay que defenderse de los agoreros. El cenizo de manual juega con la pseudosinceridad y el silencio de los acosados. El mejor antídoto es combatir a las estrellas del mal rollo. Al que despotrica, al que nada le parece bien, al que te dice que te va a ir mal hay que responderle y plantarle cara. Nunca más bajar la cabeza y el silencio, nunca más "el mejor me callo". Diego, oyente sevillano, divide incluso por grupos temáticos los cenizos, "los que te atacan por la familia, por la salud, por el trabajo o por el fútbol". Juntos son demoledores.
Hoy por Hoy, 11-12h - 30/01/2023
01:00:00
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