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El ejercicio de no olvidar

La marcha de la Dignidad hacia el Tarajal conmemora su décima edición buscando la complicidad de la población y de la clase política a la que culpa de crear movimientos migratorios inseguros

Con el lema "Basta de violencia en las fronteras, migrar es un derecho", cientos de personas han participado en la "X Marcha por la Dignidad" que este sábado ha recordado en Ceuta a los 15 inmigrantes subsaharianos que fallecieron el 6 de febrero de 2014 cuando intentaron entrar ilegalmente en la ciudad. EFE/Reduan / Reduan (EFE)

Madrid

Una mesa redonda con la obligación de no olvidar, de dar valor a la memoria de aquellos que nunca llegaron a cumplir su sueño y una marcha, la habitual, que parece la misma pero resulta diferente cada año.

Con el sol de testigo, también es habitual cuando llega la Marcha por la Dignidad que el astro rey se haga presente, aproximadamente 400 personas componían una expedición que ha caminado sin prisa, degustando cada grito de protesta "no olvidamos" "Marlaska, canalla, salta tú la valla", culpando a la Unión Europea, a España y a Marruecos de ser los artífices de la política migratoria que no permite trasladarse con seguridad a través de las fronteras y dando carta de naturaleza a la memoria, para que reconozca cada muerte como la de una persona y no la de un número más.

15 de ellos no llegaron nunca aquel fatídico 6 de febrero de 2014 cuando pretendía un grupo de aproximadamente 200 a 300 jóvenes subsaharianos pasar desde Marruecos, con la policía del país vecino ejerciendo su habitual labor de represión, intentaban colarse primero por el vallado fronterizo y luego bordeando la playa del Tarajal, una playa que sirvió para ser una gran fosa, una trampa mortal, con la actuación de la Guardia Civil lanzando botes de humo y pelotas de goma al agua mientras la gran mayoría no sabía nada.

En este sábado, los organizadores de la marcha han vuelto a recordar cuando caía el sol y se empezaba a notar el rigor del levante que avivaba el agua, sus nombres, uno a uno, simbolizado en una vela, en la arena, esa arena que no llegaron a tocar nunca, una pancarta gigante con el lema "Basta de violencias en las fronteras": migrar es un derecho, una canción y un cartel, el habitual también cada año, en el que reza "En memoria de las quince personas que el 6 de febrero de 2014 en busca de una vida mejor lo único que encontraron fue la muerte". La marcha transcurrió sin incidentes, solo el paso de una ambulancia con destino al hospital Universitario obligaba a los manifestantes a abrirse para permitir el paso.

La marcha de la Dignidad hacia el Tarajal

La marcha de la Dignidad hacia el Tarajal

Serigne Mbayé, entre los integrantes de la marcha

Entre los integrantes de la marcha podíamos divisar a Serigne Mbayé, miembro de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, que vino a denunciar "la violencia" que se vive en las fronteras reclamando "vías legales y seguras" para que las personas "puedan llegar" o a Patricia "Patuca" Fernández, abogada de Coordinadora de Barrios, una de las oenegés personada como acusación popular en el proceso actualmente en el Constitución con un recurso de amparo. Un recurso que busca realmente que el caso llegue a juzgarse después del varapalo del Supremo cuando señalaba, según Fernández, que no hay suficientes pruebas para llegar a juicio oral y no que no hubiera delito. Ese recurso pretende conocer si "se ha vulnerado el derecho a la vida, el derecho a la integridad física y moral de los familiares al no permitirles recuperar al cuerpo de sus hijos y su reconocimiento y el derecho a la tutela judicial efectiva".

Los hechos ocurridos en Melilla se terminaban entrelazando tanto que Patricia Fernández afirmó que no es "compatible" que se dé por válida por parte de España el cumplimiento de los derechos humanos en Marruecos en el documento firmado esta misma semana entre ambos países y al mismo tiempo "decirle a la ciudadanía que las muertes del Tarajal ocurrieron en Marruecos, que las muertes en Barrio Chino ocurrieron en Marruecos o que los disparos de 2005 en la frontera de Ceuta también se efectuaron desde el país vecino".

La Marcha por la Dignidad regresará el próximo año. Se cumplirán, entonces, 10 años de una tragedia que ha marcado esta playa como una de los momentos más negros y tristes de la inmigración.