La inmunoterapia, el tratamiento que pisa el acelerador en la lucha contra el cáncer

Madrid

Enseñar al sistema inmunitario a detectar el cáncer para destruirlo. Eso es, en síntesis, lo que hace la inmunoterapia, un tratamiento que apenas lleva diez años suministrándose a los pacientes de cáncer. Explicado de forma más técnica, estos fármacos logran que el sistema inmunitario sea capaz de reconocer una célula cancerígena como extraña y así tener la capacidad de anularla. "Es como el sistema de aceleración y frenada de un coche", dice Rodrigo Sánchez-Bayona, oncólogo médico de la Unidad de Cáncer de Mama y Ginecológico del Hospital 12 de Octubre de Madrid y secretario científico de SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica). La idea es que el tratamiento "pise el acelerador" para atacar las células tumorales, explica.

En teoría, cualquier cáncer puede tratarse con este fármaco, pero su efectividad no es igual en todos. Los tumores tienen distinta capacidad de generar respuesta inmune y los que mejor reaccionan son los asociados a daños al cuerpo por el tabaco, como el cáncer de pulmón, al daño en la piel, como el melanoma, o los asociados al algunas infecciones como el virus del papiloma en el cuello uterino. En otros casos hay estudios esperanzadores, como en el cáncer de endometrio o el cáncer de endometrio.

¿Qué diferencia hay con la quimioterapia y la radioterapia?

Además de la forma de atacar al tumor, una de las principales diferencias de la inmunoterapia está en sus efectos secundarios. Lo fundamental es que no genera caída del pelo, uno de los estigmas que sufren los enfermos que se someten a estos tratamientos. Lo que sí siente el paciente "es un cansancio muy fuerte". Además, la estimulación del sistema inmune puede volverse en contra del enfermo. En la mayoría de casos no produce efectos graves, pero es algo que tiene que perfilarse mediante la investigación.

Estos efectos son una de las razones que llevan a los médicos a decir que aún no estamos ante un tratamiento definitivo para el cáncer. Tratar de averiguar por qué unos tipos de cáncer responden y otros no es aún un reto. Por eso, los investigadores piden mayor financiación que permita avanzar. Sánchez-Bayona apunta también a la prevención como la base en la lucha contra la enfermedad y el desarrollo de biomarcadores. "Parece que siempre los oncólogos estamos pidiendo dinero, pero es una realidad que sin recursos la investigación no sale adelante, yo creo que también aquí hay que hay que destacar siempre la tremendísima generosidad que demuestran tener los enfermos porque siempre que se les ofrece participar en un proyecto de investigación, pocas veces la respuesta del paciente es negativa".