La Hora Extra | Homenaje a las 'malas' madres de la ficción y de la vida
Eduard Fernàndez se convierte en su madre en su primer monólogo teatral, la escritora Rachel Cusk revisa la precariedad de las madres primerizas, la cineasta Rebecca Zlotowski propone maternidades subversivas en 'Los hijos de otros' y Almodóvar homenajea a la madre manchega
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El me too y el auge del movimiento feminista en los últimos años ha generado que se abra el espectro de relatos y temas que la ficción y el ensayo han cultivado. La maternidad es uno de esos asuntos que ha cobrado interés. No es que no se hubiera tratado antes, pero ahora, multitud de ensayos, novelas, películas y obras de teatro indagan en aquellas partes que no se habían contado. Relatos alejados de lo épico, de lo místico y de lo conservador, centrados en la precariedad, la desigualdad.
Los claroscuros de ser madre inundan la cosecha del cine español este año. Ahí está la conexión brutal que ha tenido el público con Cinco lobitos, la ópera prima de Alauda Ruíz de Azúa sobre la maternidad de una generación sin contrato fijo, sin hipoteca y que, supuestamente, ya debería haber alcanzado la igualdad de género. También El agua o La maternal indagan, desde lugares y propuestas diferentes, en cómo la maternidad une y a la vez separa a las mujeres y cómo se viven maternidades en los márgenes. Un cine que ha conectado al ponerse en el lado de los cuidados y al contar las historias con una nueva sensibilidad. Relatos que escaseaban en el cine español.
Sin duda, una de las primeras en abrir el debate del lado oscuro de la maternidad fue la escritora británica Rachel Cusk. En su ensayo Un trabajo para toda la vida, que ahora rescata Libros del Asteroide desnudó su propia experiencia como madre primeriza. Una mujer de posición acomodada, de profesión liberal, vio como su vida cambiaba tras ser madre, cómo el mundo no estaba preparado para que las madres salgan de casa, vivan y continúen con su vida. La crítica la tildó de "mala madre", un calificativo del que ahora el feminismo se ha apropiado, pero que ahí sigue, como una sombra alargada sobre aquellas mujeres que no se ajustan a la maternidad tradicional.
"Tu identidad en el proceso de reproducción es muy importante. Tienes un bebé en tu vientre que en algún momento va a salir y no tienes control sobre ello. Sobre cómo te sientes que está pasando. Los instintos biológicos llegan a ti y un sentimiento de pérdida, una misma de perder tu intimidad y tu privacidad es un sentimiento abrumador y da miedo", nos explica la autora que ha estado en Madrid presentando la reedición de este ensayo, que conecta con Las abandonadoras, el libro de Beñoga Gómez Urzáiz. "La situación al tener niños en verdad no ha cambiado. La esencia se mantiene fija. La cuestión es que ahora la gente se siente capaz de hablar de la maternidad. Hasta ser madre es algo mucho más abierto y tolerante y se escuchan nuestras voces. Creo que ahora tratamos de ser más honestas con la experiencia".
Más allá del cine español, esta semana ha llegado a las salas una de esas películas que habla de la maternidad desde otra orilla. La directora francesa Rebecca Zlotowski elabora en Los hijos de otros un relato íntimo sobre qué es ser madre, quién puede serlo y cómo se puede cuidar. Es su propia historia friccionada y ha elegido como alter ego a la actriz Virginie Effira. Ella es una mujer, pareja de un hombre separado con una hija que no puede tener hijos.
"Estoy intentando ser parte de este cambio, pero también he participado en su bloqueo. He tardado cinco películas en llegar hasta aquí, he hecho películas que estaban en mundos muy fálicos. Mi primera película es una película sobre un circuito de motos. La segunda es sobre una central nuclear. La tercera es una reconstrucción de un set de cine de la década de 1930 con mucho dinero. Me llevó mucho tiempo deconstruirme a mí misma para entender que este tema podía ser interesante, que lo que provenía de lo femenino era interesante. Durante mucho tiempo, me comprometí a crear una industria más fálica y más viril, y necesitaba demostrar que era una cineasta que sabía rodar acción", dice la directora francesa.
La maternidad centra también las historias de algunos hombres que indagan en su relación con sus progenitoras. Pedro Almodóvar ha sido el gran narrador de las relaciones madre e hijo en su cine. Todo sobre mi madre, La flor de mi secreto, Dolor y gloria, Tacones lejanos... son relatos donde la madre está muy presente. Justo hace una semana, el director manchego se emocionaba al recordar a la suya en los Premios Feroz, donde recibía el premio de honor. "El capítulo de una madre es difícil de cerrar", decía sobre el escenario.
Eduard Fernández sigue los pasos del director manchego y homenajea a su madre, fallecida durante la pandemia, en su primer monólogo teatral. Todas las canciones de amor es una adaptación de la obra del argentino Santiago Loza que dirige Andrés Lima en los Teatros del Canal, con todo vendido, y que después girará por toda España. "La muerte de mi madre me pilla en Madrid, con la pandemia, y ella estaba en Barcelona, y yo no puedo viajar. Hay algo ahí que te queda pendiente. Es una cosa extraña que no tiene mucha lógica, pero es cierta. Eso de no estar físicamente, no poderte despedir, no estar con tus hermanas. Hay una parte de duelo que te falta de alguna manera. En todo caso, me apetecía mucho hacerle esta despedida, este homenaje, este poema y amar a mi madre", cuenta en la Cadena SER.
Fernández es uno de los actores de España que más han calado entre el público gracias a su capacidad para dar credibilidad y humanidad a cada personajes. Ganador de dos Goyas, ahora, cada noche, se prepara para el reto de interpretar un personaje tan cercano. "Es un poema a una mujer mayor. Una mujer que dio su vida por su familia, que entregó su vida limpiando culitos, poniendo pañales, lavando platos, fregando, barriendo, acogiendo a su familia cuando venían y haciendo posible que ellos se encontraran a sí mismos en el mundo, tuvieran un lugar seguro en casa. Renunciando probablemente a ella y a desarrollar aptitudes que ellas mismas tendrían en un acto de generosidad. Al final de la obra, esta mujer, que sería mi madre, dice que se perdona por todo lo que no hizo y que se quiere, que se ama".
Para Fernández, que pronto estrenará la segunda entrega de 30 Monedas, la serie de Álex de la Iglesia, esto sigue pasando todavía hoy. "La gente ya vive de otra manera, pero probablemente aún hay mujeres que están abnegadas en su casa, sirviendo solo a la familia, cosa que hoy en día se podría revisar. Lo de se debería revisar para para que todo el mundo sea feliz y muestre sus aptitudes al mundo".
Los relatos sobre la maternidad muestran que el mundo ha cambiado, el feminismo se ha asentado y las dinámicas de poder y las relaciones de pareja y de familia se han modificado. Ese choque entre pasado y presente, entre un mundo y otro es el que afecta a la protagonista de la novela El tiempo de las moscas, publicada por Alfaguara y firmada por la argentina Claudia Piñeiro. La guionista y escritora cuenta cómo a la protagonista de su novela, una mujer que ha estado 15 años en la cárcel tras asesinar a su esposo, le cuesta adaptarse al mundo feminista de hoy.
Las dinámicas de poder han sido la clave en la que se ha sustentado el patriarcado. Un poder que seduce a los hombres pero también a las mujeres, como muestra TÁR, la película de Todd Field con Cate Blanchett, una de las favoritas a los Oscar. En ella, la actriz se convierte en una directora de orquesta que copia los modos y maneras tóxicos de algunos hombres con poder y talento. No es habitual encontrar a una mujer al frente de una orquesta, pero cada vez hay más directoras. Dos ejemplos son Alondra de la Parra y Silvia Sanz Torres.
La mexicana Alondra de la Parra ha dirigido algunas de las orquestas más renombradas del mundo, entre las que destacan la Orchestre de Paris, la London Philharmonic Orchestra. En 2016 asumió el cargo de Directora Musical de la Queensland Symphony Orchestra, puesto que ocupó hasta finales del 2019. Es una invitada frecuente de la Royal Opera House en Londres. Entre lo más destacado en temporadas anteriores se encuentra la aclamada producción escénica de Carlos Padrissa, de Mozart, Thamos, Rey de Egipto, con la Camerata Salzburg y el colectivo teatral La Fura dels Baus en la Mozartwoche de Salzburgo 2019. "Creo que en muchos sentidos el mundo de la música clásica, desgraciadamente, ha estado operando en base a patrones y a esquemas. Ni siquiera del siglo XX, yo diría del siglo XIX. Y eso es una pena, porque ya estamos bastante varios siglos después".
Dice que su generación ahora es más abierta y está cambiando esos comportamientos tóxicos que vemos en la película a través del personaje de Blanchett, aún así, el ser mujer le ha perjudicado. "Mentiría si te dijera que no", reconoce. "Durante mucho tiempo yo pensé que no tenía que ver, porque yo no me veo como mujer cuando trabajo, pero tras veinte años de carrera, de haber dirigido tantas orquestas en tantos países, de repente, empiezo a analizar las cosas que han pasado y no han pasado. Y sí veo la diferencia de trato. Lo curioso es que son cosas que generalmente no te dicen a la cara, no te muestran directamente", explica de la Parra.
Nacida en Madrid, Silvia Pérez Torres realizó sus estudios musicales en el Conservatorio Superior de Música donde estudió Dirección de Orquesta. Ha sido directora asistente en la Orquesta y Coro Nacionales de España. Es fundadora y directora titular del Grupo Talía y de todas sus formaciones musicales. "Creo que me ha tocado vivir un cambio increíble. Haciendo repaso de todo lo que he vivido, soy consciente de que al principio, en los primeros conciertos, cunado salía al escenario, se oían en el público comentarios de sorpresa y yo no sabía de qué se asustaban", explica. Ella es gestora, directora y música y además da clases. Dice que para sus alumnos lo raro es ver a un hombre con la batuta, porque siempre la han visto a ella.
"Creo que he vivido todo ese momento en el que a base de insistir, insistir, insistir, se ve como de forma natural, que los músicos que están en la orquesta, que los músicos que tocan conmigo también lo han visto de forma natural y que esos niños que en un principio estaban en la orquesta del niños, ahora ya son mucho más mayores. Incluso algunos ya están tocando en la orquesta profesional y realmente lo han visto de forma normal sin que les importara", insiste Sanz.
Miguel Campello también habla de la maternidad y la paternidad en su nuevo disco, un álbum, el séptimo, donde convierte en música todo aquello que nos pasa como individuos y como sociedad. El cantante nos ha presentado Noche y día, lleno de canciones para escuchar y bailar y que sirven como terapia. Quien fuera la voz de El Bicho, Miguel Campello lleva cuatro años de trabajo durante y después de la pandemia, y cuenta con un millón de historias que dieron forma a este álbum doble. Como su nombre indica, presenta los dos lados de la moneda, el ying y el yang de nuestras vidas, y dos perspectivas diferentes que se convierten en canciones.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...