Hora 25El análisis de Xavier Vidal-Folch
Opinión

El abismo bajo tus pies

La reacción internacional ha seguido esa misma pauta. También reconforta. Ojalá que sirva, además de para salvar vidas, para mostrar una pauta de conducta a los gobiernos de ambos países

El abismo bajo tus pies

El abismo bajo tus pies

Barcelona

Cuando el abismo se abre bajo tus pies, solo una mano amiga puede auparte y salvarte de lo peor. Cuando el abismo de la naturaleza arrastra a miles de personas al desastre, las aplasta, les destroza la vivienda, cuartea las familias y provoca llanto y desolación, solo hay un alivio posible: la solidaridad. La solidaridad en su estado más puro, sin condiciones. Solidaridad porque sí, a cambio de nada.

La tierra ha temblado brutalmente en Turquía y en Siria. Ha desplomado edificios altos y ha arrastrado a miles de personas a la muerte y a la desgracia. Las imágenes golpean. Aunque alguna, como la de ese periodista que mientras trabaja salva a una niña, reconforta. Es la imagen de la solidaridad espontánea, incondicional, que atiende a lo urgente tanto como a lo importante, una lección muy difícil de combinar.

La reacción internacional ha seguido esa misma pauta. También reconforta. Ojalá que sirva, además de para salvar vidas, para mostrar una pauta de conducta a los gobiernos de ambos países. Ambos están en guerra declarada contra una parte significativa de su población. Pero cuando la naturaleza tiembla, no distingue entre kurdos y turcos “puros”; ni entre opositores y partidarios de la dictadura. Tampoco lo hace la generosidad interna ni la internacional. Aprendan todos. Aprendamos todos.

Xavier Vidal-Folch

Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...