Madrid

2022 ha sido el gran año del cine español. En cada festival internacional había una película española. Desde la Berlinale, donde ganó Alcarràs, de Carla Simón, y estuvieron Cinco lobitos, de Alauda Ruiz de Azúa, o Un año una noche, de Isaki Lacuesta, pasando por Cannes con As bestas, de Sorogoyen, Pacifiction, de Albert Serra, y El agua, de Elena López Riera. O Venecia, donde compitió En los márgenes, de Juan Diego Botto. Sundance con Cerdita, de Carlota Pereda. Karlovy Vary con Tenéis que venir a verla, de Jonás Trueba, y La Piedad, de Eduardo Casanova. Toronto con Mantícora y San Sebastián con Modelo 77, de Alberto Rodríguez, La maternal, de Pilar Palomero, Girasoles silvestres, de Jaime Rosales, La consagración de la primavera, de Fernando Franco, o Suro, de Mikel Gurrea. Sin olvidar, Mi vacío y yo en Rotterdam y Unicorn Wars en Annency. Los películas del año, muchas de ellas óperas primas, que renuevan el cine español aportan nuevas miradas, nuevos enfoques, que tratan de conectar con el público en un momento complejo para la taquilla y los cines.

Carla Simón y Pilar Palomero han estrenado sus segundas películas tras ganar premios con las primeras. Rafa Cobos es más experto, y más invisible, dice él mismo, en esto de los premios, como guionista ha ganado en varias ocasiones, con La isla mínima y El hombre de las mil caras. Sin embargo, para Alauda Ruiz de Azúa y para Elena López Riera esta es su primera vez en muchas cosas. Han firmado dos de las óperas primas del año, Cinco Lobitos y El agua, y han venido para quedarse. El caso de Juan Diego Botto es bastante curioso, como actor le hemos visto crecer en la pantalla y ahora le vemos debutar en la dirección gracias a En los márgenes.

Sobre estar nominado

Juan Diego Botto: "Yo he estado muchas veces nominado como actor, digo muchas veces insistentemente porque creo que tengo algún tipo de récord de actor más veces nominado sin Goya, con lo cual sé lo que es. Pero es muy distinto estar nominado por un trabajo individual. Es una sensación distinta, novedosa, el gestionar esa ilusión que no tiene nada tanto que ver con tu nominación particular, sino que cualquier cosa que tenga que ver con la película lo vives como propio y es para mí una cosa nueva y muy bonita".

Alauda Ruiz de Azúa: "Es una sensación un poco como de cierre de ciclo, como que ya empiezas a despedir un poco la película y que incluso ya estas preguntas son las últimas que vas a responder de de la película".

Carla Simón: "Lo bonito de la temporada de premios es que te da la oportunidad de encontrarte con gente que también está haciendo cine, con colegas, con amigos. Pero sí es un sprint final, porque al final, las preguntas son las mismas desde Berlín, desde hace un año".

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Pilar Palomero: "Lo vivo desde un lugar muy bonito y muy disfrutable. Hace dos años, con Las niñas, creo que fui consciente cuando terminó toda esta etapa de los premios con los Goya, los Gaudí. De repente, acaba y echas de menos hasta que te preguntaran si las niñas autobiográficas".

Elena López Riera: "Creo que todo el mundo se pone muy contento porque es un reconocimiento para el equipo, para la película y para la próxima película. Lo complicado es cómo gestionar las ilusiones ajenas, porque está todo tu pueblo preguntándote si te van a nominar, tu madre, tu prima. Eso lo viví mal".

Rafa Cobos: "Yo no estoy acostumbrado a estar en ninguna promoción como guionista y bueno, también es importante decirlo. A veces tenemos que escuchar probablemente un poquito más a los guionistas, pero afortunadamente estamos nominados entre las cinco y este año era muy difícil colarse".

El reflejo de la sociedad actual

Juan Diego Botto: "Indudablemente el arte siempre, de alguna manera voluntaria o involuntariamente, es un reflejo de del momento en el que estamos viviendo. En cualquier caso, es un reflejo de la forma en la que solemos mirar los problemas que tenemos a nuestro alrededor".

Carla Simón: "Es importante mencionar que hay muchas más mujeres haciendo cine por primera vez. Entonces, de repente, se cuentan unos temas desde otra perspectiva que es bastante nueva. Recuerdo que volví a ver El Padrino y dije, joder, muy poco feminista. No pasa nada, porque es igual de buena, pero hay ciertas cosas que vistas bajo la mirada de donde estamos ahora cambian. También yo creo que hay algo con todo el tema de más mujeres haciendo cine que se refleja de una manera muy fuerte en las historias, hablando de la maternidad, de las relaciones familiares, de los cuidados..."

Elena López Riera: "Hay como una ruptura del discurso heroico del cineasta, que era siempre como de alguien que no duda, un winner. Creo que eso sí que me parece que es algo generacional. Y no solamente va ligado al feminismo".

Pilar Palomero: "He visto a muchos directores y directoras sufrir en los rodajes, mientras yo estaba en el equipo técnico, y yo puedo decir, afortunadamente, que en Las niñas y en La maternal no fue así. Yo disfruté muchísimo y todo el equipo también. Ya está bien de esta imagen, del director como un ser torturado y despótico en el set. A mí esto no me interesa".

Rafa Cobos: "Ha sido una cosa un poco osada, porque rodar en Sevilla en pleno verano en una ola de calor ha sido una aventura agotadora. Es verdad que bueno que yo lo veo desde mi posición cómoda, guionista y el trabajo tan agotador y tan terriblemente horizontal que el hecho de la dirección me resultaba nuevo y me resultaba extenuante. Creo que no lo volveré a repetir. Es que se está muy bien tranquilamente en el escritorio y fantaseando con el futuro esfuerzo de todos vosotros".

La democratización del cine

Carla Simón: "Las escuelas de cine son más accesibles, pero no son una cosa barata, con lo cual es normal que la gente que acceda a hacer cine sea de un estrato social determinado y que tienda a hablar de las historias que conoce y por eso quizá haya menos historias sobre la clase trabajadora. Eso es una cosa que creo que como sociedad deberíamos intentar observar y y corregir".

Elena López Riera: "Estoy 100% de acuerdo en que lo de la meritocracia es una falacia. Es una leyenda urbana. Yo nunca fui a una escuela de cine, pero las escuelas de cine son caras y aunque no sean caras, implica que puedas tener ese horizonte que a mí lo que me preocupa es el horizonte. Yo, que he trabajado con con chicas y chicos muy jóvenes, es que ni siquiera se plantean hacer cine, me parece que el problema está ahí".

Maternidad, conciliación y cine

Juan Diego Botto: "Que yo haya podido escribir este guión con Olga Rodríguez, que además de ser una excelentísima periodista, es mi compañera, Olga ha sacrificado espacios y tiempos. Eso es así. O sea, yo he tenido el privilegio de poder hacer ciertas cosas porque ella ha sacrificado momentos de su tiempo para estar con nuestra hija".

Alauda Ruiz de Azúa: "Es una caja de Pandora que que nadie quiere abrir, porque es un tema estructural, que afecta a empresas y a instituciones y que tiene que ver muchísimo con con jornadas laborales, con permisos de bajas de maternidad y paternidad, con que haya más guarderías. Es complejo porque afecta también a quienes tienen que cuidar de personas mayores y personas vulnerables".

Carla Simón: "Es importante que ser padres y madres sea algo un poco más fácil, porque el mundo no está muy adaptado que digamos. He hecho toda la promoción con Manel, de un lado a otro con la ayuda incondicional de Valentín, de mi pareja, porque sin él no hubiera podido, evidentemente".

Pilar Palomero: "Una cosa que me llamaba mucho la atención, durante la promoción, es que me preguntaran por qué hablaba de maternidad en La Maternal si yo no soy madre. Alucinaba. Lo primero porque yo tampoco explico por qué motivo no soy madre, que también cada uno tiene sus razones y eso entra dentro del ámbito de lo privado. Me parece una pregunta muy delicada. Y luego también porque sí que siento que no es una pregunta que se haría a un director".