Antonio de la Torre: "A tres días de copresentar la gala de los Goya, de cero a diez, estoy cagao un nueve y medio"

Madrid

De todas los papeles que ha defendido en la pantalla, desde policía a un asesino; de preso represaliado en nuestra dictadura o en la uruguaya; de padre alcoholizado o el personaje de un obeso, su currículum todavía no le atribuye el de copresentador de la ceremonia de los Premios Goya. Hasta el próximo sábado por la noche. Entonces, tras la trigésimo séptima ceremonia del mayor evento del cine español, su nombre, el de Antonio de la Torre (Málaga, 1968), quedará en la historia de los maestros de ceremonia de los Goya, junto al de la actriz Clara Lago.

Entre risas dice que en el "cagómetro" de preocupación por presentar la gala "estoy cagao un nueve y medio". Pero, y aunque sabe que todos los presentadores pringan y son criticados cada año, se sabe quitar responsabilidad: "Alguien tiene que hacerlo y además los verdaderos protagonistas son siempre los premiados. Yo lo he ganado dos veces y ganar un premio así es muy bonito, algo que se recuerda toda la vida". También se siente bien escoltado: "A mí -en referencia a su compañera Clara Lago- me da mucha tranquilidad presentar junto a ella. La verdad es que es una trabajadora descomunal. Estoy flipando con ella". Y no duda en hacerle un guiñó: "Clara me ríe todas las gracias. Y aunque no la tengo, me tranquiliza mucho".

Mirando hacia atrás, de la Torre asegura que él "no tiene como presentador la genialidad de Rosa María Sardá, ni la comicidad de Buenafuente, ni el surrealismo de Joaquín Reyes" e insiste en que la gala se tiene que defender como bloque: "Yo creo que esta gala va a ser muy racial, muy nuestra, también tendrá una buena dosis de emotividad y espero que a unos presentadores conduciendo la gala con la suavidad de una brisa del mediterráneo"

La clave para evitar frustrarse

Ganador de dos premios Goya (al mejor actor de reparto por "Azul oscuro casi negro" y a la interpretación protagonista por la película "El Reino"), Antonio de la Torre se quedó a las puertas de un Goya en doce ocasiones más. "Ahora me acaba de igualar Penélope Cruz en nominaciones, pero ella tiene un Oscar, así que imposible compararme". Con esa experiencia de premios no ganados, Antonio no duda en dar un consejo a los muchos que el sábado se van a quedar sin uno de los preciados cabezones. "La clave, se lo escuché una vez a Fernando Tejero, es, un instante antes de que se diga el nombre del premiado en la categoría en la que uno está nominación, repetir en bajo todo el tiempo el nombre de otro candidato, el que crees que va a ganar, entonces cuando gana el favorito, instintivamente te alegras por haber acertado y sonríes, aunque hayas perdido, y eso es lo que recogerá la cámara de ti antes de irse definitivamente con el ganador".

Cuando se le pregunta por la sensación de que en los últimos años no hay película en la que no haya intervenido, Antonio dice que eso tiene trampa: "Eso es una sensación, pero no es cierto. lo que pasa es que he tenido la fortuna de hacer en varias temporadas algunas de las películas que han funcionado muy bien y entonces la gente crees que tú haces todo". No obstante, el actor malagueño, sí reconoce que le preocupa tener la sensación de repetirse: "Yo no quiero ser Antonio de la Torre para hacer de Antonio de la Torre". Y por eso, su cabeza, además de en la gala del sábado, está sobre todo en el futuro de personajes diferentes y complejos que le ayuden a crecer como actor.