Conversaciones de Goya 2023 | Los jóvenes intérpretes charlan de precariedad, salud mental y la tiranía de la imagen

Los premios sirven para ordenar las películas del año, también para ofrecer una doble vida a estas ficciones que han pasado por los cines y que los espectadores pueden recuperar. Por último, revisar las finalista a los premios de la Academia, que se celebran el próximo sábado 11 de febrero en Sevilla. En la Cadena SER hemos juntado a un grupo de actores y actrices nominados, con trayectorias diferentes y con papeles diversos. Forman parte de eso que se ha llamado el «nuevo cine español» y que tiene que ver con una renovación de temas, formas y rostros. Laura Galán lleva muchos trabajando en el teatro y con Cerdita, la película de Carlota Pereda, ha debutado en el cine a lo grande, y ahora es una de las favoritas en mejor actriz revelación. Junto a ella Valeria Sorolla, actriz para la que el teatro y la performance son importantes y que debuta con uno de los papeles más transgresores de la temporada, el de La consagración de la primera. También lleva tiempo curtiéndose sobre las tablas de un escenario Diego Anido, uno de los actores gallegos de As bestas. Su trabajo ha sorprendido a todos y está nominado en actor de reparto. El caso de Miguel Herrán y Nacho Sánchez es diferente. Sánchez fue una de las revelaciones del teatro madrileño gracias a La piedra oscura. En los Goya ya estuvo con Diecisiete, la película de Daniel Sánchez Arévalo y ahora vuelve con Mantícora, de Carlos Vermut. Miguel Herrán nos emocionó a todos recogiendo su premio por A cambio de nada, de Dani Guzmán, y ahora da un salto de madurez con Modelo 77. Laura Galán: «A veces le decía a Carlota Pereda que me quitara guion. En el teatro me ha pasado muchas veces que que he trabajado mucho desde lo físico. El cuerpo, como actriz, es la primera herramienta, el primer paso que doy cuando empiezo a crear un personaje, por ejemplo, como anda». Miguel Herrán: «Lo físico es muy importante, pues yo tengo mi manera de caminar, mi manera de mirar, mis gestos, todo eso. Tienes que ser consciente para poder limpiarlo y hacer algo que de verdad se aleje a tu persona. Por eso interpretamos, para alejarnos de nosotros» Nacho Sánchez: «También es bonito encontrar como las partes en común con tu personaje. Cuando encuentras las partes tuyas y las partes del personaje y hacen como un match y y a veces es más, es más complicado encontrar que otras, como en el caso de Mantícora». Valeria Sorolla: «Es lo bonito también y lo complicado del trabajo de un intérprete. Estás poniendo tu cuerpo ahí delante, por eso te afecta todo mucho más. Si el proceso no sale bien o si sale. Es complicado estar diferenciando mi cuerpo de trabajo y mi cuerpo personal. No creo ni siquiera que se pueda hacer eso». Diego Anido: «Llevo toda la vida formándome en danza y en técnicas de danza contemporánea y combinándolas con el teatro. Entonces para mí siempre ha sido fácil. Cuando me dicen que he hecho un trabajo físico, nunca he sido consciente, porque está como muy solidificada una cosa con la otra». Miguel Herrán: «Puse todo mi trabajo en sus manos. Es un tío con criterio que sabe hacer las cosas, que le gusta, que le apetece. Al final nosotros somos como vasijas vacías y tú la vas llenando con tus cosas personales que has buscado para el personaje, tus movimientos, respiraciones. Pero luego hay un director que es el que tiene que terminar de rellenar esa vasija y, sobre todo, es tu ojo en el combo». Nacho Sánchez: «En un ambiente de confianza tú puedes proponer cosas. Al final nosotros también somos creadores y creadoras. Me parece interesante que pueda haber una conexión entre lo que tú planteas y lo que el director o la directora quiere que hagas. Al final ellos tienen la última palabra, obviamente». Valeria Sorolla: «Yo la experiencia que he tenido realmente ha sido brutal, porque mi personaje está todo el rato en plano y la relación de diálogo y confianza con Fernando Franco ha sido muy guay, porque la hemos podido trabajar mucho». Diego Anido: «Yo llegué al rodaje el último, tras el periodo de ensayos y tenía que ser muy agudo y buscar el momento perfecto para proponer cosas y para que me las compraran. Entonces yo vendí un par de cosas y después hubo un par de cosas que no me compraron nada». Laura Galán: «Yo creo que, desde que decidí dedicarme, sabía dónde me metía. No es una excusa. No quiero justificar que la precariedad esté ahí y que no vaya cambiar. De hecho, con el Estatuto del Artista, hay que luchar para que cambie, pero es nuestra realidad y el porcentaje de paro es del 99 por ciento». Nacho Sánchez: «Ahora que estamos viviendo esto gracias a los Goya y estamos aquí todos con lo que hablábamos del envoltorio, sí me gustaría decir que yo ahora tengo dos bolos más de teatro y ya no tengo más trabajo para este año. Ningún proyecto se huele». Miguel Herrán: «Yo todo lo que he ido ganando lo he ido invirtiendo en cosas que no tienen que ver con esto, porque quiero dedicarme a esto. Lo que tengo muy claro es que no quiero vivir de esto. La profesión es como una montaña rusa y yo estoy en una situación tremendamente privilegiada de nuestro país, pero no sé si el año que viene voy a trabajar. No lo sé». Miguel Herrán: ¿Por qué me tengo que poner un abrigo de 5.000 euros si yo en mi vida normal utilizo un quechua. Eso yo no lo entiendo. A mí es algo que me pone mucho en conflicto, porque les estás enseñando algo a la gente que no es real. Yo a ti te estoy diciendo que si te haces actor vas a ser rico y famoso, cuando en realidad, si te haces actor, lo más probable es que, con perdón, te comas una mierda. Laura Galán: «Igual no está bien decirlo, pero en época de premios es un pastizal lo que nos gastamos. Estoy feliz con esto que estoy viviendo, pero nos sigue costando dinero. Está muy bien entrar en ese juego, me divierte mucho, pero la realidad es la que es». Nacho Sánchez: «Cuando estoy trabajando en algo que me gusta, mi salud mental está bastante bien, como que creo que está muy enlazada tu parte personal con la parte creativa. Cuando esa parte creativa me empieza a faltar, mi cabeza y mi vida personal también lo notan». Diego Anido: «Es una profesión que lleva implícita mucha carga emocional y, al final, como actores ya llevamos implícito el hablar de nuestras emociones, de las emociones, de las emociones de nuestros personajes. Convivir con el ensayo y error». Laura Galán: «Seguramente nuestro sector es el que ha hablado antes de salud mental de una manera más abierta, porque nosotros ya estamos jugando con emociones. Nuestros personajes juegna con emociones, con lo cual nos da como menos pudor. Yo conozco muchos compañeros y compañeras y yo misma que desde hace tiempo lo hicimos abiertamente».