El rechazo al acoso y a las agresiones sexuales entre los españoles es abrumador, pero hay diferencias cuando se pregunta sobre la necesidad de que determinados comportamientos sean castigados por la ley y un 20 % cree que no se debe perseguir a quien obligue a su pareja a tener relaciones sexuales. Es uno de los datos destacados de la encuesta sobre violencia sexual contra las mujeres hecha pública este miércoles por el Centro de Investigaciones Sociológicas, que no pregunta por la polémica ley del solo sí es sí. Según este sondeo, no hay dudas sobre la necesidad de perseguir legalmente la sumisión química, pero el 20% cree que forzar a la pareja, aunque es inaceptable, no debería ser castigado; el 49% opina lo mismo de los «comentarios y sugerencias de tipo sexual no deseados a una mujer» y el 28%, de «besar a una mujer contra su voluntad». La división ante la prostitución es total: el 28% ve aceptable pagar a una mujer por mantener relaciones sexuales; el 33 % lo ve inaceptable, pero legal; y otro 32% lo castigaría legalmente. El 75% de los españoles cree que las víctimas de agresiones sexuales las denuncian en pocas ocasiones o casi nunca, principalmente por miedo al agresor, pero también por vergüenza y por miedo a que no le crean. El 47% cree además que la víctima no denuncia de forma inmediata, sino que espera algo de tiempo. Según la encuesta, el 58,5% cree que las desigualdades entre hombres y mujeres en España siguen siendo grandes, aunque la mayoría (68%) opina que son menores que hace diez años. Las mujeres perciben más desigualdades y son también menos optimistas que los hombres al analizar los avances. Las noticias sobre agresiones sexuales han aumentado en los últimos tiempos, pero la mayoría cree que es porque salen más casos a la luz y solo un 26,7 % considera que se producen más. Según esta encuesta, tras las agresiones sexuales a mujeres hay «problemas mentales», «falta de educación, carencia de principios y valores», además de un sentimiento de «superioridad, de poder y derechos». El hogar y los lugares de ocio nocturno, fiestas y festivales rivalizan como sitios donde más agresiones sexuales sufren las mujeres. Cerca del 74 % de los encuestados cree que la violencia sexual digital está bastante o muy extendida en las redes. La inmensa mayoría de los encuestados (97,5 %) opina que chantajear a una persona con difundir fotografías o vídeos suyos de carácter sexual es algo inaceptable y debe ser castigado por la ley, al igual que compartir imágenes de carácter sexual sin consentimiento o presionar a una persona para que envíe fotos suyas desnuda. El 80,6% también cree que debe perseguirse legalmente el envío de mensajes con contenido sexual no deseado, pero hay más disparidad cuando se pregunta por los comentarios ofensivos o embarazosos en internet o en redes sobre alguna persona: la inmensa mayoría lo ve inaceptable, pero solo un 44 % cree que debe ser castigado por la ley. Apenas hay dudas de que determinados comportamientos son acoso sexual, como las presiones para obtener favores sexuales a cambio de mejoras laborales o bajo amenaza de despido, los tocamientos, pellizcos y acorralamientos o los abrazos y besos no deseados. Pero un 46,7% no ve acoso en los chistes o bromas insultantes sobre la mujer en general; el 22% cuando se realizan a una mujer preguntas privadas sobre su vida sexual, y el 21% tampoco cree que haya acoso cuando se piden reiteradamente relaciones sexuales sin presiones ni amenazas.