La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha asegurado este miércoles que la discrepancia que su departamento tiene con el Ministerio de Justicia por la reforma de la ley del «solo sí es sí» «no es técnica sino política». Así lo ha expresado en una entrevista en TVE, en la que Montero volvió a aseverar que «la ley está bien hecha, pero estoy dispuesta a subir las penas mínimas, siempre y cuando se mantenga el consentimiento» en el eje central de la norma y «no volver al Código Penal anterior», en el que las mujeres tienen que demostrar que se resistieron y que hubo violencia contra ellas para mantener relaciones sexuales. Agregó Montero que está dispuesta a aceptar las propuestas del PSOE «con tal de presentar una propuesta unitaria» del Gobierno, pero insistió que con la reforma «las mujeres tienen que volver a pasar por el calvario probatorio de demostrar que ha habido violencia para que se les crea» y eso no es admisible para ella. La ministra de Justicia, Pilar Llop, ha reconocido este miércoles que con su reforma socialista de la Ley del «solo sí es sí» habrá «revisiones» de penas. «Eso no se va a poder evitar. También hay que dar ese mensaje y no generar falsas expectativas», ha aseverado preguntada por el aviso de la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, de que con este cambio se puede abrir una «segunda oleada» de revisiones de penas. En una entrevista concedida a Telecinco, Llop ha insistido en que la norma impulsada por el Ministerio de Igualdad es «muy buena» e incluye medidas «muy innovadoras». «Pero en una pequeña parte de esa Ley, al verse aplicada, ha producido esos efectos indeseados», ha apostillado. La ministra de Justicia ha defendido su reforma de la Ley del «solo sí es sí», que ha presentado el Grupo Socialista en el Congreso y espera que pueda ser tomada en consideración por parte de los grupos. «Desde el Ministerio de Justicia, es la única solución técnica viable que hemos encontrado», ha asegurado. Según ha manifestado la ministra, «técnicamente es muy complejo». «Tener un modelo en el que distintas conductas, heterogéneas, en la anterior regulación se unifican en un solo delito y amplían las horquillas de las penas, las penas las hace más extensas, supone una complejidad a la hora de analizar técnicamente qué solución viable puede ser la correcta», ha apuntado, para después añadir que se ha hecho con «rigor». «No se puede hacer de un día para otro», ha subrayado. Llop ha asegurado este miércoles que se siente «absolutamente responsable de la reforma» de la Ley del «solo sí es sí» y que asume «en primera persona lo que pueda pasar» cuando esta se produzca. Durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Llop ha sido preguntada por la portavoz de Igualdad de los «populares» en esta Cámara, Margalida Prohens, quien le ha reprochado las consecuencias «indeseadas» que ha supuesto la norma y le ha preguntado por cómo el Gobierno dio luz verde a este texto «sabiendo que beneficiaría a agresores sexuales». «Este Gobierno defiende la ley porque abordar los aspectos preventivos, de protección, de persecución de los crímenes desde una perspectiva integral es una novedad en el sistema que sigue el modelo de la Ley de Protección contra la Violencia de Género y es algo muy positivo, que se ha valorado positivamente por países del entorno y por organismos de la sociedad civil», ha respondido la ministra. A pesar de la tormenta política que ha provocado «los efectos indeseables de esta ley» en el seno del Gobierno de coalición, la titular de Igualdad reiteró que seguirá formando parte de él porque «no me gustaría que el PP y Vox con sus votos nos hagan volver al modelo de la manada »porque no es tan fácil demostrar que has sufrido una agresión ya que muchas mujeres se paralizan. El Estado tiene que creer a las víctimas aunque no se hayan resistido porque si no hay consentimiento, hay agresión sexual. En este sentido, reveló que mantiene conversaciones «permanentes» con la vicepresidenta Yolanda Díaz sobre las discrepancias de la ley del «solo sí es sí» aunque rehúso explicar lo que ella piensa de todo lo que está pensando. «Eso mejor pregúntenselo a ella», apostilló. Concluyó la entrevista diciendo que seguirá trabajando para llegar a un acuerdo, para seguir defendiendo los derechos de las mujeres y que el consentimiento es irrenunciable.