"En este país eras un putón o una lerda": la asexualidad o el poliamor, las alternativas a las parejas monógamas

Madrid

El Diccionario de la Lengua Española (DLE) define "amor" como "un sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear". Pero no es su única acepción. Como testamento del uso de la lengua de los hispanohablantes, el diccionario puede actuar, también, como un espejo de los sentimientos.

Además de un sentimiento puede ser "la entrega hacia alguien". Por otro lado, puede interpretarse como "la tendencia a la unión sexual" o "el esmero con el que se trabaja una obra". Incluso, es el nombre de una planta umbelífera, el cadillo. Lo que queda claro es que el amor tiene tantas connotaciones como habitantes de este planeta. La literatura, el cine, las artes en general, también se han encargado de dibujar un concepto que calan en la sociedad.

El amor libertino está en las canciones de todo un "truhan" y "señor" como es Julio Iglesias, pero también en personajes de novelas clásicas. Desde Giacomo Casanova hasta Don Juan, independientemente de que su padre literario sea Zorrilla o Tirso de Molina. Nombres que, incluso, se han quedado en nuestro idioma para hacer referencia a comportamientos. Qué decir, por ejemplo, del término "celestina" para referirse a la persona que interviene para unir a dos personas.

Gamberro, pasional, verdadero, platónico o, simplemente, sexual. La periodista Sol Alonso intenta explicar este tablero de juego en el podcast 'Maneras de amar' (disponible en Audible). En 8 episodios realiza una radiografía de los distintos tipos de amor como es la asexualidad. Para la creadora no es una cuestión de desinterés sino "otra forma de amar": "Son personas que no se acaban de entender a sí mismas, terminaban siendo marginadas", señala.

La asexualidad y el poliamor

Las personas que no se muestran especialmente activas, desde la infancia, sufren situaciones de tensión e incluso de burla. Es entonces donde entran temas tabú como la virginidad o el primer beso. "En este país o eras un putón o una lerda", lanza. Comenta que, en algunos casos, se puede confundir la asexualidad con otras cuestiones, como la infidelidad o una homosexualidad oprimida. "De los hombres que no quieren tener sexo con frecuencia se piensa que son gays o que están poniendo los cuernos", señala.

Alonso señala que no tener sexo "con ese ímpetu u obligatoriedad" contrasta con "las personas que para llegar al sexo solo necesitan una amistad". "El amor tiene un punto de TOC", matiza. Considera que "no hace falta estar enamorado o comprometido" para establecer algún tipo de vínculo, "pero sí debe haber una conexión". Como explica en el podcast, se ha demostrado que personas ilustres como Isaac Newton o Nikola Tesla eran asexuales. Entre ellos había un denominador común. "Eran considerados raritos", recalca.

"Tres hacen un par perfecto"

Por otro lado, en uno de los episodios, aborda la cuestión del poliamor. "No consiste en multiplicar encuentros sexuales", señala de forma rotunda. "De esta apertura de las parejas nacen las triejas, que están consentidas, ahí no hay amantes secretos porque hay consenso, es un antídoto contra las infidelidades", alega. Recuerda un refrán habitual "tres conforman un par perfecto" para matizar que el "poliamor no consiste en hacer orgías, ya que tiene un concepto político y feminista, pues siempre se le han cortado las alas a las mujeres".