La semana más difícil del Gobierno: la brecha entre los socios se agranda con la reforma de la ley 'solo sí es sí'

Madrid

La reforma de la ley 'solo sí es sí' ha provocado un enfrentamiento directo y público entre los dos partidos que forman el Gobierno de coalición, PSOE y Unidas Podemos. La semana comenzó con ambas formaciones asumiendo que había que reformar la norma, debido a que el número de delincuentes sexuales que han visto rebajada su pena no para de aumentar y ya va por más de 400. Sin embargo, se esperaba que las negociaciones entre Igualdad y Justicia se tradujesen en una propuesta conjunta para llevarla al Congreso, pero no fue así.

El PSOE presentó el lunes en solitario su proposición y desde Unidas Podemos cargaron duramente contra esta decisión. Con la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, a la cabeza, acusaron a los socialistas de querer volver al "código penal de la manada", eliminando el consentimiento del eje central de la ley y criticando además que iba a ser aprobada gracias a los votos del PP, que se opuso cuando la ley salió adelante. Desde Ferraz rechazaron negociar con los populares, confiando en que los socios de Gobierno habituales les apoyarían, pero no tampoco fue así.

Tanto desde ERC, como desde Compromìs o EH Bildu expresaron sus dudas al texto del PSOE y criticaron que no hubiese acuerdo en el seno del Gobierno, algunos incluso posicionándose claramente del lado de Irene Montero, como fue el caso de Gabriel Rufián. Llegó el martes y la ministra de Justicia, Pilar Llop, pasó por los micrófonos de 'Hoy por Hoy' y pronunció unas declaraciones que provocaron un terremoto en el seno de las dos formaciones del Gobierno. Aseguró que sería sencillo demostrar la violencia en una violación "con una herida" y acusó a los socios de coalición de "confundir a la opinión pública".

Igualdad no tardó en reaccionar para remarcar estas declaraciones y ponerlas como ejemplo de que el PSOE busca volver al "sistema de penas de la manada", alegando con datos que en más de la mitad de los casos en los que ha habido violaciones, estas no han dejado secuelas físicas en las víctimas, pero sí psicológicas. Además, la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, advirtió de que con este cambio se puede abrir una "segunda oleada" de revisiones de penas.

La tensión y la distancia entre ambas posturas crecía, mientras la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, hacía un llamamiento a la "serenidad" entre ambas partes, evitando posicionarse de un lado u otro. Irene Montero insistió en que existía una "discrepancia política fuerte" entre Justicia e Igualdad, mientras que Llop habló de discrepancia "en asuntos técnicos".

Este jueves, la ministra de Unidas Podemos pasó también por los micrófonos de 'Hoy por Hoy' y desveló que las negociaciones entre ambos ministerios estaban "rotas", asegurando que había sido el PSOE el que se había levantado de la mesa, después de que Igualdad presentase "hasta seis propuestas diferentes". Así, Montero manifestó su deseo de "volver a negociar cuanto antes", mientras Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, señalaba que la ley "había tenido efectos indeseados, y me quedo corto".

Los reproches desde ambos partidos han continuado llegando por parte de diferentes representantes, pero este viernes el propio Sánchez ha descartado que la coalición se vaya a romper por este asunto, respaldando además a la ministra Montero: "El Gobierno de coalición continúa y en el día de hoy hemos seguido con nuestra agenda legislativa. Todos mis ministros y ministras cuentan con mi confianza, también la ministra de Igualdad. Lo más importante es no olvidar a las víctimas".

Sin embargo, estas palabras de Sánchez no han provocado el cese de los reproches por parte del ala morada del Gobierno, quien, por medio de Ione Belarra, ha cargado contra el PSOE: "Cuando hay que defender los avances feministas, hay una fuerza política que lo hace con más contundencia y otra que lo hace con menos".

Así, el entendimiento parece actualmente muy lejos, pero todo puede pasar en el Gobierno de coalición. Sin embargo, esta ha sido una de sus semanas más difíciles de toda la legislatura.