Cada rescate supone un soplo de esperanza en la terrible situación que viven Turquía y Siria por los devastadores terremotos que han asolado la zona. Los bomberos han rescatado esta madrugada a un bebé de 10 días. Se llama Yağız Ulaş y ha ocurrido en Samandağ, en la provincia turca de Hatay. El recién nacido ha sido rescatado 90 horas después de los seísmos que han matado ya a más de 21.000 personas. Los sanitarios atendieron enseguida al bebé, quien fue transportado con cuidado en una manta térmica por los trabajadores de emergencia. Otra buena noticia es que también han sacado con vida a la madre de Yagiz de entre los escombros. El rescate del bebé Yagiz ha levantado el ánimo de los cansados equipos de búsqueda cuando continúa el frío, el hambre y la desesperación de cientos de miles de personas que se han quedado sin hogar en medio del invierno por el terremoto más mortífero de la región en décadas. Este viernes la alegría en medio del drama que vive Turquía ha llegado también de la mano de la UME, que ha logrado rescatar con vida a una niña y un niño, hermanos, después de muchas horas de trabajo de desescombro en un edificio de Nurdagi, en la provincia turca de Gaziantep. Cuatro días después de que dos terremotos asolaran el sudeste de Turquía y el noroeste de Siria, las autoridades empiezan a perder la esperanza de encontrar supervivientes entre los escombros de los edificios colapsados. El vicepresidente, Fuat Oktay, ha anunciado en la noche del jueves que los trabajos de búsqueda de supervivientes se dan por terminados en las provincias de Şanlıurfa y Kilis y que están casi acabados en las de Diyarbakır, Osmaniye y Adana. Las autoridades de Turquía han elevado este viernes a más de 18.300 los muertos a causa de los terremotos registrados el lunes en el sur del país, cerca de la frontera con Siria, un país en el que también han muerto casi 3.300 personas, según los últimos balances. La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior turco, ha detallado que hasta el momento se ha confirmado el fallecimiento de 18.323 personas, antes de agregar que el número de heridos asciende ya a 74.242, según ha recogido la agencia estatal turca de noticias, Anatolia. Durante la madrugada, los servicios de emergencia han continuado rescatando a personas de debajo de los escombros cerca de 100 horas después de los seísmos, una tarea cada vez más complicada puesto que el tiempo estándar que un ser humano puede permanecer sin la ingesta de agua o comida en desastres como este es de 72 horas. Mientras continúa el trabajo de los servicios de emergencia, las autoridades turcas han prometido tomar medidas contra la negligencia en la construcción de viviendas, ya que se sospecha que la mala edificación de las mismas haya influido en el elevado número de muertes. Por su parte, los seísmos han dejado casi 3.292 personas muertas y 5.200 heridas en Siria, de los cuales 1.262 muertos y 2.285 heridos se han registrado en las zonas de Siria controladas por las fuerzas gubernamentales, según datos del Ministerio de Sanidad, quien lleva días sin actualizar las cifras de muertos. A las cifras gubernamentales sirias hay que sumar más de 2.030 muertos y 2.950 heridos en las zonas controladas por los rebeldes en las provincias de Idlib y Alepo (noroeste), según ha dicho la Defensa Civil de Siria, conocida como «cascos blancos», a través de su cuenta en Twitter, que continúa con operaciones de búsqueda y rescate en la quinta jornada tras los terremotos. Ante esta situación, Naciones Unidas ha enviado ya un primer convoy de ayuda humanitaria a Siria a través del cruce fronterizo de Bab al Hawa, en el noroeste, del país. Este incluía hasta seis camiones con suministros de socorro y cobertizos, si bien Guterres ha recalcado que ya hay «más ayuda en camino».