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Lejos de la paridad en la ciencia española: las cifras de la brecha de género

En la Universidad española, la mayoría de los catedráticos son hombres. Sólo el 30% de las mujeres estudian carreras tecnológicas y de ingeniería. Actualmente, solo el 33 % de las personas dedicadas a la investigación en todo el mundo son mujeres.

Lejos de la paridad en la ciencia española: las cifras de la brecha de género

Madrid

La brecha de género en la ciencia se evidencia desde las aulas, durante la educación secundaria, cuando muchas chicas deciden no cursar las materias STEM (tecnología, ingeniería y matemáticas), aun teniendo notas equiparables o superiores a sus compañeros. Y esto después se traslada a la hora de elegir una carrera universitaria, tal y como explica Milagros Sainz, Directora del grupo de investigación de género y TIC en la Universitat Oberta de Catalunya: "Ingeniería química es la única carrera en la que la participación es igualitaria, pero en las demás, la mujer no llega ni a una presencia del 30% y por ejemplo en Informática es muy llamativa la caída que ha registrado desde el 40% de los años noventa hasta la actualidad, donde apenas llegan al 17%", explica.

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Todo esto deriva en una mínima presencia en los sitios donde reside el poder académico, donde la mayoría de los catedráticos de la Universidad Española son hombres, exactamente el 75,9% frente al 24,1% de mujeres. "Si que es cierto que se ha incrementado un poco la presencia de la mujer en los últimos años, pero ni de lejos es paritaria. En los puestos base hay muchas mujeres, pero a medida que vamos subiendo en el escalafón, llegando a los puestos de poder, hay una pérdida importantísima de mujeres", explica la Doctora en psicología social.

El problema es arrastrado desde generaciones anteriores y la prueba la da un dato. Solo 23 mujeres han ganado el premio Nobel de física, química o medicina desde que Marie Curie lo obtuvo en 1903, en comparación con 615 hombres. Y no es que la mujer no haya inventado, pero cuando lo hacía, la mayoría de las veces, se apropiaba del invento un hombre. "Las mujeres no podían patentar los resultados científicos que obtenían y a veces sus invenciones se la han llevado compañeros o maridos. Ha habido un ninguneo y una falta de reconocimiento de la contribución de la mujer a todos los ámbitos del saber", concluye Milagros Sáinz.

¿Techo de cristal o capa de cemento?

Es la pregunta que se hace Marta Aymerich, investigadora en Salud Digital. La brecha de género es evidente y hay que plantearse cómo se corrige. "Es necesaria una sensibilización importante para eliminar los estereotipos de género que tenemos incrustados como sesgos realmente inconscientes, que ni nos damos cuenta y los tenemos. Por eso la educación y la divulgación es tarea prioritaria. Realmente no podemos permitirnos derrochar talento. Las mujeres no tenemos menos que los hombres para el conocimiento, cómo alguien podría pensar erróneamente viendo estos datos. El talento es el recurso mejor distribuido del mundo. El sexo de una persona o el color de la piel no lo determina", explica la vicerrectora de investigación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

A la hora de buscar soluciones, es importante que la responsabilidad de derribar el sexismo y la desigualdad en la educación no recaiga en las niñas y las mujeres. "Es imprescindible no responsabilizarlas por la existencia de una brecha de género en el ámbito educativo, de manera que parezca que el problema de que no haya mujeres, en algunos sectores de la ciencia y la tecnología, les atañe exclusivamente a ellas", señala la investigadora Milagros Sáinz. "Vivimos en una sociedad machista, que ha privilegiado a los hombres. Esto hay que cambiarlo y los cambios se han de producir en todos los ámbitos, implicando a todos los agentes socializadores y a la sociedad en su conjunto".

Mujeres en la Ciencia

Actualmente, solo el 33 % de las personas dedicadas a la investigación en todo el mundo son mujeres. Y en España la proporción ha subido levemente hasta el 40% según el informe bienal sobre igualdad de género en la Ciencia. Y de los datos se desprenden dos conclusiones: Es escasa la representación femenina en la categoría de mayor rango y las mujeres están sobrerrepresentadas en Ciencias de la Salud, con un 72% en los últimos años. Y en este campo trabaja Fuensanta Bellvís, ingeniera biomédica que está desarrollando su carrera en España en Quibim compañía de tecnología médica. "Nunca he tenido necesidad de irme al extranjero, he podido desarrollarme en el ámbito que me apasiona y además estoy contenta de poder demostrar, cuando salimos fuera, que en España se hacen cosas excelentes a nivel de investigación".

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