Vaquero cuenta el momento en el que decidió pedir ayuda para dejar la cocaína y lo que hizo justo después: "No es la mejor idea"

Madrid

J.J. Vaquero lleva muchos años haciendo reír a los demás, pero también sabe reírse de sí mismo. El cómico, colaborador de El Hormiguero (o no) ha sido el último invitado de A las bravas, donde ha luchado contra el picante (spoiler: pierde) y ha hecho bromas sobre su papel de guionista en la gala de los Goya 2017, también sobre su éxito y su supuestamente pasado momento de gloria. "El otro día estaba en una sala y había 600 personas para verme. Lo primero que les dije fue '¿Qué estamos, en 2015?'", ha comentado entre risas.

Durante su charla con Raúl Pérez, el humorista también ha hecho algunas confesiones personales. Ha hablado con toda naturalidad, por ejemplo, de su trabajo como camarero antes de dedicarse a la comedia, de su faceta como culturista y también de su adicción a las drogas, en concreto, a la cocaína.

"Yo decido buscar ayuda para dejar de tomar cocaína en el veintipico de octubre de 2019. Y en ese primer empujón, ese primer proceso de que hay que estar muy fuerte... me voy el 8 de marzo va a Colombia a hacer una peli", ha contado Vaquero.

Colombia, además de por su café, es conocido por ser uno de los principales exportadores de cocaína del mundo. Por eso, el humorista ha bromeado: "Por lo que sea, si te gusta mucho el café colombiano, pues Colombia no es un buen país para dejar de tomar café o para tomar un descafeinado".

Esa intentona de recuperación podría haber salido fatal, pero Vaquero ha confesado que tuvo "una gran suerte no calculada". "Nadie cometía excesos en el rodaje. No había nadie tomando ningún tipo de drogas. Es más, el equipo colombiano ni siquiera tomaba cerveza, por contrato, durante los diez días que duró el rodaje", ha relatado.

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El humorista ha rememorado también que "a los seis españoles" que participaban en rodaje, les dejaron "unas cervezas, yo creo que porque pensaban que como éramos españoles, si nos quitaban las cervezas nos estaban quitando algo cultural".

"Fue muy guay, porque no hubo ninguna tentación", ha explicado Vaquero, quien ha reconocido que si el rodaje se hubiese producido antes "yo me habría comportado como un desubicado, la habría liado, la habría liado seguro y para mal".