Ser Froilanista

Madrid

Ha pasado algo más de un año desde que empecé a asomarme por aquí todos los lunes y poco a poco, entre chistes y bromas, al final es inevitable que se me escapen algunas opiniones políticas. Pero hoy no quiero que se me escape nada. Hoy quiero reconocer algo abiertamente. Y es que, tengo que reconocerlo, soy Froilanista. Es más, estoy tan a favor de Froilán que me sorprende mucho que alguien pueda criticar al único miembro de la familia real que trabaja día y noche para mejorar nuestra monarquía. O tal vez sólo de noche, pero lo está consiguiendo.

Por ejemplo. Siempre se la he exigido más transparencia a la monarquía. Sobre todo, desde que hemos descubierto que el rey emérito nos ocultó su verdadera vida. Pues bien, Froilán ha tomado nota y está apostando muy fuerte por el tema de la transparencia. Lo sabemos todo sobre sus fiestas. Hasta el color de la cocaína. Y aún así, no veo que nadie le dé las gracias. Froilán es la relación más honesta que hemos tenido los españoles con un miembro de la familia real y hay gente que critica sus escándalos. Como si nosotros pudiéramos medir si lo que hace por las noches es un escándalo. No lo podemos saber. Estar en un after con jacuzzis a las ocho de la mañana para alguien que tiene sangre azul igual equivale a tomarse un vermú con aceitunas para uno de nosotros. La única diferencia es que el vermú lo pagas tú y el jacuzzi de Froilán también lo pagas tú, así que no hay ninguna diferencia.

Por eso, y porque ya se nos estaba agotando el tema de Shakira y Piqué, muchas gracias Froilán. Si alguien me lo pregunta algún día lo diré. No soy monárquico, soy Froilanista.