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Nikki Haley, candidata republicana, propone hacer exámenes mentales a los políticos mayores de 75 años, entre ellos a Trump

La que fue gobernadora del estado de Carolina del Sur ha presentado este miércoles de forma oficial su candidatura para competir con Donald Trump en la carrera presidencial del Partido Republicano de EEUU

La aspirante presidencial republicana, Nikki Haley, en su mitin de presentación / Win McNamee

La aspirante presidencial republicana, Nikki Haley, en su mitin de presentación

Washington

La aspirante presidencial republicana Nikki Haley lanzó este miércoles un aviso velado al expresidente de EEUU Donad Trump de que hay que dejar atrás "las ideas obsoletas", se mostró muy crítica con la gestión del mandatario actual, Joe Biden, y afirmó que el país no es racista. Haley celebró este miércoles su primer mitin de campaña en Charleston (Carolina del Sur) después de que la víspera anunciara formalmente en un vídeo su intención de presentarse a la nominación republicana a la Presidencia de EEUU para los comicios de 2024.

La política inició su discurso hablando del futuro y de las nuevas generaciones, en lo que pareció una indirecta a Trump, que anticipó en noviembre su intención de postularse a la nominación republicana. "Estamos preparados -señaló-, preparados para dejar atrás ideas obsoletas y los nombres descoloridos del pasado. Estamos más que preparados para una nueva generación que nos lleve al futuro. Vengo aquí hoy con una visión de ese futuro".

En este sentido, añadió que implementará una medida que afectaría al propio Donald Trump y a Joe Biden: "Tendremos límites de mandato para el Congreso y pruebas de competencia mental obligatorias para los políticos mayores de 75 años". Tanto el republicano como el demócrata superan esta edad, ya que el primero tiene 76 años y el segundo 80.

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"Estoy ante ustedes como hija de inmigrantes, como esposa orgullosa de un veterano de combate y como madre de dos niños maravillosos. He servido como gobernadora del gran estado de Carolina del Sur, como embajadora de EEUU ante la ONU y, sobre todo, como una ciudadana estadounidense agradecida", añadió. También declaró que los mejores días del país están por venir si los estadounidenses se unen y luchan para salvar EEUU: "Por un EEUU fuerte, por un EEUU orgulloso, me presento a la Presidencia de EEUU", señaló.

En su alocución, Haley echó mano del libreto típico de los republicanos para criticar las políticas de Biden, que tachó de "socialistas" y "comunistas", y para alertar de los supuestos peligros de la migración irregular, aunque ella es hija de migrantes indios instalados en Carolina del Sur. Pese a reconocer que "no siempre fue fácil", apuntó que sus padres le recordaban a diario a ella y sus hermanos que incluso en el peor día siempre eran "dichosos" de vivir en EE.UU.

Aun sí, advirtió de que las cosas han cambiado y que ahora EE.UU. se está "desmoronando" con Biden: "Tenemos a demasiadas familias pagando demasiado por la comida, a demasiadas madres buscando desesperadamente leche para bebés, a demasiados niños quedándose atrás en el colegio..."

Consideró que hay "demasiados" delitos y drogas y "demasiados pocos" policías y agentes de la patrulla fronteriza, utilizando de nuevo una serie de argumentos clásicos de los republicanos a la hora de apelar a su base de votantes. Haley aseguró que bajo la Administración de Biden y Harris el "auto-odio" está barriendo el país, tanto en las escuelas, como en las empresas o el Gobierno.

"Cada día se nos dice que EEUU tiene defectos, está podrido y lleno de odio. Joe y Kamala dicen incluso que EEUU es racista. Nada puede estar más lejos de la verdad", remarcó Haley, quien se puso como ejemplo como la primera mujer gobernadora de una minoría en la historia del país o a sus padres. "EEUU no es un país racista", zanjó. Por otro lado, criticó el gasto federal y el aumento del techo de deuda, del que acusó al Gobierno de Biden por adoptar el "socialismo".

Para ilustrar los males del socialismo, recordó cuando era embajadora de EEUU ante la ONU y visitó el puente internacional Simón Bolívar, que une Colombia con Venezuela. Allí dijo que vio a "cientos de venezolanos" con sus bebés bajo el sol esperando "durante horas" para lograr alimento. "Habían estado matando a animales en el zoo para comer".

"Estaban huyendo del socialismo y anhelando la libertad", indicó Haley, quien también habló de la situación en la frontera sur de EEUU, donde abogó por detener "la migración ilegal" y la entrada de drogas. "Los negocios deben contratar a estadounidenses, no a ilegales", indicó.

Sobre política exterior, remarcó que EE.UU. tiene que permanecer con sus aliados, desde Israel a Ucrania, y plantarse frente a enemigos como Irán, Rusia o China. Su intervención fue precedida por una serie de oradores entre los que estuvo Cindy Warmbier, madre de Otto Warmbier, el estudiante de EEUU que falleció en 2017 tras ser devuelto a su país en estado comatoso después de estar detenido en Corea del Norte 17 meses.

 
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