Echenique: "Hay matoncitos que piensan que tu hombría tiene que ver con que te puedas limpiar tu propio culo y tienen una obsesión con que yo no pueda"

Aimar Bretos entrevista al portavoz de Unidas Podemos que acaba de publicar su libro "Memorias de un Piloto de Combate"

Cadena SER16/02/2023 - 20:55 UTC

Madrid

A Pablo Echenique le acompaña una atrofia muscular espinal desde el momento en que puso un pie en el mundo, hace algo más de 44 años, aunque “hace mucho tiempo que dejó de flagelarse con poder andar”. En su libro Memorias de un Piloto de Combate resume los obstáculos personales y políticos que ha tenido que superar por esta condición hereditaria que le mantiene con un 90% de discapacidad pero que ni le impidió ser uno de los miembros fundadores de la cuarta fuerza política del país Unidas Podemos, ni ser su voz en el Congreso: “A Pablo Iglesias y a Ione Belarra le gustan las decisiones arriesgadas”, cuenta.

Pablo Echenique

27:57

Descargar

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

Echenique asegura que su libro responde a la pregunta que él cree que se hacen miles de españoles: “¿Cómo ha llegado ese tipo ahí?”. Más aún teniendo en cuenta lo que el propio Echenique apunta: “Yo no nací en España, nací en Argentina, y soy científico”. Ahora que la gente “se ha acostumbrado a verle”, narra, es el mejor momento para contar “cómo llegó a dónde está ahora”. Un lugar que a veces le deja exhausto: “Hay veces que sé que tengo a 4 o 5 medios en la puerta y es complicado”. Uno de los factores clave que facilitan su vida diaria, explica, es la confianza en el otro, su asistente o su mujer: “Me tienen que ayudar a levantarme de la cama, a ir al baño, vestirme y colocarme en la silla”. Una silla, que como él mismo asegura le da la autonomía que necesita porque “tener una discapacidad muy alta” no le priva de tener una vida que define como “muy activa”. “Tengo que aguantar en la silla todo el día, necesita un ajuste fino para no tener que volver a casa”.

MADRID, 09/02/2023.- La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, conversa con el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, a su llegada al pleno del Congreso de los Diputados este jueves. EFE/ Fernando Villar / FERNANDO VILLAR

Y la silla desde luego aguanta: “Estando nueva, esta silla tiene una autonomía de 30 kilómetros, cuando vivía en Zaragoza como una persona anónima me recorría la ciudad entera por el carril bici”. Su silla, tiene “baterías de moto” y un asiento de metal hecho a medida: “Me untan de yeso el cuerpo y de ahí sacan el molde”. De hecho, el portavoz cuenta que lo que antes veía como “una pijada” le ha cambiado la vida. Que su silla le permita elevarse mejoró “absolutamente” su vida porque facilitó las conversaciones con los demás pero también otras cosas: “Me tomé un vino en la barra de un bar y fue ‘un antes y un después’”. Tanto, que en sus memorias de piloto de combate asegura: “Uno nunca sabe cuanto es suficiente hasta que ha probado cuánto es demasiado”, una reflexión que le vino a la cabeza por cuánto afirma haber disfrutado la noche zaragozana porque ha tenido “épocas de salir de viernes a viernes, aunque luego iba a trabajar a primera hora de la mañana” .

Pablo Echenique (Izquierda) y Pedro Arrojo, candidato de Podemos al Congreso por Zaragoza (derecha) / Cadena SER

Aunque su compañera de viajes puede parecer delicada no siempre ha tratado a sus sillas con mimo. Echenique confiesa que cuando vivía en su natal Rosario hacía salvajadas: “De pequeño tenía una silla manual, no eléctrica, y me lanzaba con amigos por calles en pendiente, podríamos habernos matado perfectamente”. Echenique asegura que “ha dejado de ser un inconsciente” porque ya no “pone la silla a 50 por hora”, pero explica que uno de los momentos más incómodos que le ha tocado vivir fue un “atropello” a una chica: “Iba a toda velocidad, voy a adelantar a una chica que caminaba por delante de mí, me pongo detrás de ella para pasarla y se paró en seco”. El político de origen rosarino todavía se sorprende cuando cuenta que la chica le pidió disculpas a él. La chica se asustó al ver que “podía haber roto algo” a una persona con discapacidad, pero Echenique cuenta que todavía le ronda una pregunta por la cabeza: “¿Cómo me vas a pedir perdón tu a mí, si te acabo de atropellar?”

Por anécdotas como las del “atropello”, cuenta Echenique que si hay algo que haya aprendido en sus 41 años de vida es que casi todo el mundo que se encuentra con una persona con discapacidad quiere ayudar. Aún así, Echenique explica que esa ayuda a veces es complicada: “Si la gente no tiene experiencia previa, se une al no saber cómo ayudarte el no querer incomodarte”, así que hay que “hacer una labor de tranquilizar a la peña” para decirles: “Tú tranquilo, que si necesito algo te lo voy a pedir”". El portavoz de Unidas Podemos describe ese momento incómodo como un “te voy a ayudar a que me puedas ayudar”, la señal de que “la mayor parte de la gente es buena”. Aunque Echenique también señala que en Twitter tiene haters que le dicen cosas que “seguramente sean delito”: “Son como matoncillos que creen que parte tu hombría depende de poder limpiarte el culo tú solito y tienen una verdadera obsesión con eso”.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, durante la rueda de prensa que ha ofrecido este martes en el Congreso. / Luis Millan

No siempre es fácil lidiar con la adversidad: “Cuando algo te aleja de la normatividad estética hace que te pueda resultar difícil encontrar relaciones afectivas y eso duele un montón”, reconoce el político de Unidas Podemos que a su vez asegura que nunca ha recurrido a los servicios de lo que “en el mundo de la discapacidad se llama un asistente sexual”. Y aunque afirma que él no recurriría nunca a esos servicios, a pesar de que “hay gente que sí lo hace”, cree que es importante remarcar algo: “Entre esas personas que recurren a este tipo de asistentes hay muchas mujeres del mundo de la discapacidad que también recurren a esos servicios”. Pero asevera: “En lo personal, no lo veo porque creo que las personas necesitamos menos sexo y más afecto”.