Subir el salario mínimo es triturar el argumentario de la antipolítica

Si se hubiera dejado en los 735 euros mensuales de hace cuatro años, hoy habría unos dos millones y medio de españoles que podrían pensar "¿para qué voto yo?, ¿a quién le importa lo mío?"

Para eso sirve la política

01:48

Descargar

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

Pepa Bueno

Cadena SER17/02/2023 - 07:57 UTC

Madrid

La subida del salario mínimo interprofesional es una decisión coherente de un Gobierno que lo había prometido a los dos millones y medio de trabajadores que cobran el mínimo legal, pero es también coherente con una de las grandes urgencias de este tiempo: no descomponernos como comunidad.

Si sucumbimos al sueño húmedo ultra liberal del ‘sálvese quien pueda’, ¿de qué patria estamos hablando? No podemos reclamar sociedades cohesionadas si luego no se hace nada para generar sentido de pertenencia a un país que mira por sus ciudadanos.

Más información

Garamendi responde a las críticas internas por su subida de sueldo: "Esto es como cuando hay una violación y dicen que la chica iba en minifalda"

Subir el salario mínimo también es eso: es triturar el argumentario de la antipolítica. Si no se hiciera, si se hubiera dejado en los 735 euros mensuales de hace cuatro años, hoy habría unos dos millones y medio de españoles que podrían pensar "¿para qué voto yo?, ¿a quién le importa lo mío?".

Una subida de 80 euros al mes no le arregla la vida a nadie. Pero el otro día una trabajadora que cobra el salario mínimo le decía a Selina Bárcena, en El País: “La calidad de la vida está en los detalles, en esas cosas que se dejan de hacer cuando descuentas los gastos fijos y el tiempo de trabajo”. De eso estamos hablando, de no dar por sentado que hay situaciones que forman parte del paisaje y que hay que resignarse a ellas. Para eso sirve la política.

Las mujeres y los jóvenes, los más beneficiados de la subida del salario mínimo en España

03:56

Descargar

El código iframe se ha copiado en el portapapeles