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Berlinale 2023 | Sean Penn: "Me gusta que me llamen propagandista si lo que hago sirve para destapar la verdad"

El actor y director ha presentado 'Superpower' en Berlín, un documental sobre Zelensky y la Guerra de Ucrania que el actor acaba siendo la estrella

Berlin (Germany), 18/02/2023.- US director Sean Penn poses at the photocall for the movie 'Superpower' during the 73rd Berlin International Film Festival 'Berlinale' in Berlin, Germany, 18 February 2023. The in-person event runs from 16 to 26 February 2023. (Cine, Alemania) EFE/EPA/CLEMENS BILAN / CLEMENS BILAN (EFE)

Berlín

A los que todavía están criticando que los cineastas hablen de sanidad pública en la gala de los Goya, les volaría la cabeza si ven hasta qué punto una estrella internacional como Sean Penn, director, actor, ganador de dos Oscars se ha implicado en la política. No es la primera vez que se siente atraído por la política internacional, pero ahora ha dado un paso más con el estreno del documental Superpower en la Berlinale. Un filme que iba a ser un retrato del presidente ucraniano, Vladimir Zelenski, pero que la invasión rusa cambió, pues pilló a todo el equipo, incluido el actor, en Ucrania. “No es una película imparcial porque no es una guerra ambigua y el señor Putin ya ha hablado demasiado", dejaba claro desde el inicio de la rueda de prensa el director. “Me alegra que me consideren propagandista”, decía Sean Penn sobre las críticas de los pro rusos, dejando claro que si eso significa que la propaganda sirve para mostrar la verdad absoluta

El documental, dirigido por Penn y Aaron Kaufman, empiezan mostrándonos a los propios directores preparando todo para viajar al país, en febrero de 2021 para retratar a este político que fue antes estrella de la televisión. El Pablo Motos ucraniano logró el poder, explica la película que ofrece una serie de escenas de su vida como estrella televisiva ucraniana. “Zelensky comenzó como una fascinación. Y a medida que pasaba el tiempo, no creo que previéramos que se convertiría en la persona en la que se ha convertido. No cabe duda de que lo vimos como un David contra Goliat. Ha demostrado ser muy ágil y ha demostrado ser mucho más astuto que Putin”, decía Sean Penn sobre su protagonista.

La Berlinale ha mostrado su solidaridad con Ucrania desde el primer día, como han ido haciendo durante este año de guerra, el resto de festivales internacionales y las entregas de premios, donde Zelensky ha participado por videoconferencia, como ocurrió en la inauguración de este certamen el pasado jueves. “¿Puede el arte estar fuera de la política? ¿Debe el cine estar fuera de la política? Esta es una pregunta eterna pero hoy es sumamente relevante”. Eran las palabras de Zelensky que igual no han escuchado en la Puerta del Sol y en la comunidad tuitera española.

El único evento en el que no participó el líder ucraniano fueron los Oscar, algo que ha criticado en esta rueda de prensa el propio Sean Penn. “El Oscar está en su oficina y está listo para que lo fundan cuando lo necesite”, explicaba sobre el regalo que le hizo al político ucraniano. “Fue un pequeño gesto, un símbolo entre dos amigos, que decidí hacer ante la vergüenza que sentí hacia la Academia de Hollywood y quiénes la dirigen, porque prefirieron que el foco esa noche fuera Will Smith golpeando a Chris Rock, en lugar de que saliera el mayor símbolo del cine y la humanidad en su retransmisión”.

Volvamos al documental. Para bien o para mal Sean Penn está en el centro del documental. Para bien, porque es así como puede poner el foco en lo que quiere contar y conseguir todos los testimonios que a un periodista le costaría semanas conseguir. Para mal, porque él se convierte en el protagonista, cayendo en varias ocasiones en un narcisismo chocante para un documental sobre una guerra que continúa un año después. De modo que le vemos a Él reuniéndose con los embajadores. Él reuniéndose con Zelensky, Él reuniéndose con soldados que muestran su racismo contra los ruso. Él tomando gin tonics. De hecho, la primera pregunta de la rueda de prensa ha sido que por qué bebía tanto. “Solo voy a responder a cosas que tengan que ver con la película”, cortaba el actor.

Decisiones erróneas que afean un mensaje que podría ser interesante, el de por qué un tipo de liderazgo ligado al espectáculo triunfó en un país donde la política estaba en manos de oligarcas corruptos y donde la amenaza rusa siempre ha pesado sobre la población.

Sin embargo, Superpower tiene algo poderosísimo, poder rodar las cosas al momento en que suceden. Algo que logró Laura Poitras en CitizenFour, poder rodar la persecución y la huida de Edward Snowden. Cine que es testigo de un acontecimiento, como fue el inicio de la Guerra de Ucrania y la posibilidad que tiene una estrella de Hollywood de poder entrevistar a muchos líderes mundiales. Penn consigue entrar en la televisión rusa, habla de cuando conoció a Putin y logra hablar con miembros de la administración americana. El protagonista de Mystic River consigue una entrevista con Zelensky la misma noche en que Rusia invade el país.

En esa entrevista, el presidente ucraniano bromea sobre querer visitar Santa Mónica una vez que su nación salga victoriosa de la guerra. Después, las cámaras siguen a Penn mientras intenta escapar de la región, o cuando va a Fox News. Después de salir de Ucrania, el actor decidió volver. Rodó en el país amenazado por las bombas justo el pasado verano, donde se produce una de las escenas del documental: cuando lleva un grupo de soldados ucranianos a una sala de cine para ver Top Gun: Maverick y llama a su amigo, el actor, Miles Teller por FaceTime, para un coloquio con los soldados.

En la película de casi dos horas de duración, producida por Vice, Penn subraya las deficiencias de Estados Unidos para apoyar a Ucrania en la guerra. Zelensky, quien se siente cada vez más cómodo con el actor ganador del Oscar en una serie de entrevistas, revela sus frustraciones por la falta de apoyo en forma de armas de alto impacto recibidas de la administración de Biden.

"Odia a los rusos, a todos. Pero es su trabajo. Lo que tiene que conseguir es que los niños no los odien”. Es valiente al mostrar también una de las marcas negativas del personaje al que retrata, Zelensky, como fue su relación con Trump cuando éste le pidió a Ucrania espiar a su oponente, le ahora presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

El actor está ahora centrado en que la ayuda humanitaria y armamentística continue llegando al país, que cumple un año resistiendo a la contiendan. Tampoco descarta una conversación con Putin, a quien directamente llama criminal de guerra. “Ahora lo que más me preocupa es la entrega y el suministro de misiles de precisión de largo alcance a un país que está siendo invadido, un país que es dueño de todos los sueños y aspiraciones que, como he dicho en la película, todos compartimos”. Después ha pasado a comparar a Ucrania con los Beatles. “Creo que Ucrania es como el grupo de los Beatles para el mundo en este momento. Y deberíamos seguir tocando ese disco”. Su compromiso con Ucrania es evidente y va más allá del postureo, eso hay que reconocerlos a Sean Penn. El actor tiene claro que su posición está en el cine y en el activismo.: ”Nunca seré un político porque solo tengo una cara", bromeaba en rueda de prensa ataviado con una gorra del puesto de los mejores tacos de su ciudad, Los Ángeles. Puro Hollywood.

Pepa Blanes

Pepa Blanes

Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...

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