El fútbol del futuro

Barcelona

Yo prefiero no opinar sobre esto del Barça y los árbitros. Es verdad que por mucho menos, en Italia castigaron a la Juventus con el descenso a segunda. Pero Italia es Italia y España es España. Y yo soy del Espanyol, con lo que mi opinión se vería sesgada.

Prefiero ser positivo y pensar en cómo arreglar el negocio del fútbol. Ahí va mi modesta proposición.

Para empezar, conviene crear ya esa Liga europea que quieren los clubes grandes. Los otros clubes seguirían jugando entre ellos con las reglas antiguas.

Sólo podrán participar en la Liga europea los clubes propiedad de jeques, magnates y grandes inversores internacionales, aunque también los presididos por Florentino Pérez y los que, como el Barça, se arreglan con las palancas para parecer multimillonarios.

Los fichajes inferiores a los 100 millones de euros se considerarán nulos, por cutres.

Antes de cada partido saldrán a subasta público, por separado, el árbitro, los linieres y los del VAR. Eso igualará las cosas. El que quiera favores arbitrales, que los pague. Todos los querrán, todos pagarán y los jueces del fútbol, además de sacarse un dinerillo, dejarán por fin de disimular. El árbitro que insistiera en comportarse honestamente bajaría de forma automática al fútbol antiguo, el de los pobres.

Cada futbolista llevará su propia cámara y saldrá al césped a bordo de su Ferrari. Por supuesto, todas las normas contrarias al dopaje quedarán eliminadas. Hablamos de fútbol profesional del máximo nivel y queremos fieras desenfrenadas en el campo. Por otro lado, tendría su gracia ver jugar a Vinicius bajo los efectos de una droga recreativa y al encargado de marcarlo cargado de anfetaminas.

Créanme, ese es el fútbol del futuro.