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La salud mental en prisión: "Sufría ataques de ansiedad todas las noches, no podía estar en la cama y acababa durmiendo en una silla"

El 40% de los presos tiene problemas de salud mental, según datos del Observatorio de Derechos Humanos de Salud Mental en prisión de 2022

El 40% de los presos tiene problemas de salud mental, según datos del Observatorio de Derechos Humanos de Salud Mental en prisión de 2022

El 40% de los presos tiene problemas de salud mental, según datos del Observatorio de Derechos Humanos de Salud Mental en prisión de 2022

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Madrid

En la cabeza de Luis todo era ruido cuando ingresó en la cárcel hace ocho años. Enganchado a las drogas y a la delincuencia, fue encarcelado por varios delitos. Estrés, paranoias, peleas con los funcionarios y sus compañeros eran su día a día antes de comenzar en el Programa de Atención Integral al Enfermo Mental en las Prisiones, más conocido como PAIEM. “Sigo teniendo ataques de ansiedad, pero ahora estoy estabilizado. Antes no estaba en mis cabales, me pasaba todo el día drogado y empastillado. Ahora soy otra persona”, reconoce Luis en una de las salas del Módulo 1 del centro penitenciario Madrid III, en Valdemoro. Los profesionales del programa PAIEM denuncian el exceso de trabajo por parte de los equipos y la falta de recursos para abordar el problema de la salud mental en prisiones que, según un informe del Observatorio de Derechos Humanos de Salud Mental en prisión de 2022, padece el 40% de la población penitenciaria.

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A las afueras del centro de Valdemoro solo se escucha el piar de los pájaros y alguna conversación puntual entre los policías que hacen la guardia. Todo está en calma hasta que la puerta de acceso principal a la prisión, de color verde oscuro y gran tamaño, se abre para realizar el primer control. Inmensos pasillos y hasta otras cuatro puertas más, te dirigen hasta este módulo, donde Luis, junto a sus compañeros Pablo y Víctor, que también forman parte del proyecto PAIEM, realizan terapias grupales o actividades, como la arteterapia.

El Programa de Atención Integral al Enfermo Mental es un proyecto que comenzó en 2009 y en él participan desde psiquiatras y psicólogos hasta trabajadores sociales y enfermeros. No obstante, el responsable de la Confederación Estatal de Sindicatos de Médicos en prisiones, Pedro Antonio Martínez, asegura que no siempre los equipos cuentan con todos los profesionales necesarios. Esta deficiencia es uno de las principales obstáculos para realizar un abordaje integral del problema. “No hay equipos especializados, la salud mental va en último lugar. El problema de las enfermedades mentales en prisiones es mucho más elevado que en el resto de la población. El programa PAIEM funciona aceptablemente en menos de un 10% de los centros”, añade Martínez.

El centro de Valdemoro, por ejemplo, sí tiene el personal suficiente: son 10 y ayudan a 37 internos. Pablo comenzó en este programa en 2017 y, como Luis, las drogas fueron uno de los motivos por los que su enfermedad mental empeoraba cada día. “Me daban ataques de ansiedad todas las noches, no podía dormir en la cama y acababa durmiendo en una silla. Mis compañeros me veían y no sabían qué hacer”, explica. Luis recibía apoyo de la psiquiatra cada vez que sufría estos ataques y eso le ha ayudado a controlarlos y a estabilizarse. Ahora lleva cinco años sin drogarse y se siente feliz consigo mismo.

Durante todos los días, de 11 a 1 de la tarde, los integrantes del programa PAIEM del centro de Valdemoro acuden a las actividades en un aula donde cuelgan de sus paredes muchos de los ejercicios manuales que realizan para canalizar sus sentimientos. La coordinadora del programa, Ana Bonilla, apunta que en este centro el programa sale adelante gracias al sobreesfuerzo de los profesionales: “Nos faltan medios. Tenemos lo que tenemos y nos tenemos que adaptar. Se nos exige una serie de programas que son fundamentales para los internos a costa de un esfuerzo tremendo de los profesionales”.

Un esfuerzo que agradecen los presos, pero que, otros, como Luis, apuntan que si hubiera más profesionales podrían ser tratados de forma individualizada en vez de en grupo, además de tener más consultas mensuales. Los funcionarios de prisiones son, en muchas ocasiones, los primeros que detectan que los internos sufren un problema de enfermedad mental. Sergio García es funcionario y delegado de CSIF en el centro de Valdemoro y señala que no hay la formación ni los recursos suficientes para cubrir todas las necesidades que los presos demandan. "Las cárceles se están convirtiendo en psiquiátricos penitenciarios", denuncia García.

La reinserción social

Los problemas también continúan cuando los presos salen a la calle. La psiquiatra Delia González afirma que una de las mayores dificultades es comunicar a los sistemas comunitarios cuál es la situación actual de la enfermedad de cada interno. Desde las prisiones solo les pueden enviar la información que cabe en un volante médico. Además, muchos de los internos han perdido "el derecho a la sanidad pública" porque ya no aparecen en la Seguridad Social. Luis, por ejemplo, es uno de los internos que está intentando conseguir la tarjeta sanitaria. "Si no fuera por los profesionales del centro ahora mismo no tendría nada fuera. Ya he realizado 15 salidas terapéuticas y me voy a empadronar en casa de mi abuela, pero si no tuviera su casa no tendría acceso ni a la tarjeta sanitaria ni a nada", sentencia.

Otra de las dificultades es la barrera digital que tienen en las prisiones, que ralentiza todos los trámites administrativos. Sandra, la psicóloga del programa, cuenta que la derivación de los internos se convierte en un proceso de años: "Nosotros no tenemos una brecha, tenemos un acantilado. Ellos no tienen acceso a Internet o a sus móviles, entonces nosotros tenemos que hacer todo el proceso. Todo se digitaliza mucho en un mundo que nosotros seguimos viviendo muy analógico".

A pesar de los problemas, el esfuerzo y el trabajo de los profesionales ha hecho que personas como Víctor reconozcan por primera vez que tienen una enfermedad mental: "Me creía el rey del mundo y pensaba que no me pasaba nada. Gracias a que estoy aquí ahora sé que tengo un problema mental".

Laura Álvarez

Laura Álvarez

En Hoy por Hoy Madrid Oeste, anteriormente en informativos de fin de semana en Cadena SER. Graduada...

 
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