Nicolás Castellano
"Tenemos miedo a que el frente se siga acercando": los últimos habitantes de ciudades del Donbás como Slovianks siguen con preocupación la batalla de Bajmut
Izzum (Ucrania)
A falta de unos días para que se cumpla un año del comienzo de la invasión rusa sobre Ucrania, el rastro de las batallas que se han ido sucediendo resultan evidentes en ciudades como Izzum, al este del país. A sus afueras aún se pueden ver tanques y camiones destruidos por los bombardeos tras participar en la contienda, y ya prácticamente ocultos por la nieve.
Izzum, ahora libre, fue uno de los lugares más castigados durante la ocupación rusa, como demuestran sus edificios de viviendas derruidos. La localidad ucrania, que en la actualidad se encuentra a 100 kilómetros del frente, fue noticia hace meses, ya que en ella se encontraron cientos de tumbas en una fosa común próxima al antiguo cementerio.
Pese a todo, en ella aún vive parte de la población civil, como Svetlana, dueña de un tenderete de carne de cerdo en el centro de pueblo, que cuenta cómo fue torturada por los rusos tras ser delatada por una de las vecinas. Olenna, por el contrario, en un principio decidió huir a Polonia junto a sus tres hijos pequeños, aunque finalmente volvió a Izzum, su ciudad natal.
El paisaje de Izzum choca con el de la vecina ciudad de Sloviansks, a 40 kilómetros del frente, donde llama la atención la presencia de una familia entre el ajetreo de soldados que acuden a los diferentes restaurantes y supermercados a abastecerse. Entre estos se encuentra el local de Anastasia, punto de recogida de alimentos, medicamentos y ropa que la gente manda a los soldados, y desde el que se pueden escuchar las bombas de primera línea de batalla.