Berlinale 2023 | 'Sica', un canto a las mujeres abandonadas de la Galicia marinera
Carla Subirana dirige esta coproducción gallega y catalana que debuta en la sección Generation 14Plus de Berlín
Berlín
Detrás de toda tragedia mediática se esconde un sesgo político y social. Cualquier suceso tiene detrás un análisis sociológico, aunque los medios de comunicación sigamos empezamos en centrarnos en el morbo y evitar el análisis. Sica habla precisamente de eso. La opera prima de Carla Subirana, una coproducción gallega y catalana, que acaba de presentarse en la Berlinale, en la sección Generation 14 Plus, dedicada a las óperas primas, propone ahondar en qué pasa después del naufragio de una embarcación pesquera de marineros en la costa de Galicia.
La directora catalana cuenta cómo llegó a ambientar su primera película de ficción en la otra punta del país. "En 2016 llegué caminando y hubo una conexión con el paisaje. Ese paisaje tan virgen y, a la vez, con una fuerza de ese océano del viento que, de alguna manera, me conectaba con no veía como había, como una dualidad y entre vida y muerte". Ese fue el inicio de todo. La decisión de contar la historia de un naufragio y cómo el suceso vertebra a las mujeres que se quedan. "Esa esquina del mundo donde las corrientes se juntan entre el Cantábrico y el Atlántico, es una de las costas más peligrosas del mundo y con más de 600 naufragios documentados. Por tanto, la muerte está muy presente en el paisaje y en su gente y ahí hubo una intuición de que había una película" nos cuenta Subirana.
Comenzó ahí su trabajo como documentalista, algo que ya había hecho para preparar sus documentales anteriores. Buscó noticias en la prensa, habló con supervivientes, escuchó historias locales, como las que le contaron las viudas de un naufragio ocurrido en 1991. "Así entendí lo que significa para una familia y cómo la comunidad vive esa experiencia".
La historia habla de duelo, evidentemente. Pero tras el pésame y el foco mediático ocurren otras muchas cosas que no esperamos a ver, que no hemos visto en los informativos. Las viudas de esos hombres no tienen nada que enterrar, pues la mayoría de las veces el cuerpo no aparece. La muerte se queda sin rito, algo a lo que ya apuntaba otro director gallego precisamente este certamen, Lois Patiño con Samsara. Sin cuerpo tampoco hay indemnización, tampoco hay cierre de papeleo y, sin ello, no hay posibilidad de seguir adelante. "Eso me pareció importantísimo en la historia de esta adolescente, cómo ve lo que ocurre alrededor", explica la directora sobre esta madre y esta hija que viven con la sombra del padre desaparecido.
Sica propone ese debate, pero añade algo más. De todo la embarcación solo aparece un cadáver. Lo encuentra una adolescente, hija de uno de los marineros, llamada Sica, y madre e hija aseguran que es su familiar. El resto de mujeres sospecha. Para más inri son extranjeras, las catalanas en una comunidad gallega. Las sospechosas. "Introduzco la personaje de Carmen, de la madre de Sica, que interpreta la actriz catalana Nuria Prims, porque ya desde el inicio me parecía muy interesante esta figura narrativa, de la extranjera, la de fuera, con la que me identifico un poco", dice esta catalana que decidió quedarse en Galicia a rodar, apostando por el idioma local y por los actores y lugareños de la Costa da Morte".
A partir de ahí, la directora compone una historia de adolescencia y madurez de una joven inadaptada, con determinación y carácter, que va descubriendo amistades, lealtades y códigos familiares que no son nada halagüeños. De fondo, la dureza de un trabajo, necesario, mal pagado y peligroso, que la sociedad ignora y la burocracia mata. Los personajes de Sica están inspirados en gente que conoció y sus acciones también. Por ejemplo, Suso es un meteorólogo de Vigo, capaz de cazar cualquier tormenta.
El frío, la niebla y el mar como peligro conforman la puesta en escena de una película que vuelve a ese naturalismo que empieza a ser una característica común a este nuevo cine español que tantas alegrías nos está dando. El clima y el paisaje del atlántico son importantes a la hora de profundizar en el carácter y la amargura de estos personajes. "Esa fuerza no la teníamos en el Mediterráneo", reconoce la directora desde Berlín, donde ha presentado la película, una cinta que también es una defensa de la naturaleza en estos tiempos de cambio climático. "Como un grito de auxilio ante la crisis climática, que sería otro de los ejes temáticos de la película". Cámara al hombro para seguir a esta joven, a la que interpreta con veracidad la debutante Thais García Blanco.
Carla Subirana lleva tiempo dando espacio en su cine a las mujeres abandonadas. Un compromiso que mantiene en Sica y que le hace ver con buenos ojos el buen momento que vive el cine español, donde las directoras han tomado poder. "Espero que no sea un fenómeno pasajero. Espero que tenga continuidad. Cada vez hay más mujeres cineastas en el panorama nacional, llevando sus películas a festivales internacionales por todo el mundo. Y esto es un modelo", incide la directora. "A las mujeres nos costaba mucho creer en nosotras mismas y pensar que nosotras podíamos llegar a dirigir una película. Pero claro, si tienes referentes, cada vez hay más y más mujeres dirigiendo. Esas chicas que están ahora en la universidad o están haciendo el bachillerato y pueden llegar a soñar y lo pueden ver como una posibilidad real, cosa que antes no ocurría", añade sobre este momento que vive el cine español. Sin embargo, Subirana reconoce que no todo está conseguido. "No quiere decir que estemos en una situación de igualdad total, ni mucho menos. Estamos en el camino, en un buen camino y en un camino creativo muy bonito. Se están haciendo películas maravillosas, con libertad y desde un lugar como muy personal".
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada...