"Me han robado mis sueños": el drama de 40.000 universitarios con estudios extranjeros asfixiados por un embudo burocrático

Más de 40.000 universitarios, que han cursado estudios en el extranjero -españoles e inmigrantes-, están atrapados en un embudo burocrático y a la espera de regularizar su situación para poder ejercer sus profesiones. En algunos casos, como psicólogos y odontólogos, se habla de esperas de más de siete años. El Gobierno ha ido anunciando medidas, contempladas en un decreto específico o en la nueva Ley de Universidades, para solventar la situación, pero los colectivos afectados piden más celeridad y personal para solucionar el atasco urgentemente. Denuncian graves consecuencias psicológicas y económicas.

Es el caso de José María Casas, argentino de 42 años, trabaja en una inmobiliaria. En realidad es psicólogo especializado en catástrofes, pero lleva en un limbo administrativo desde 2018. "Entendía que tenía que venir a trabajar de cualquier cosa para mantenerme. Mientras tanto, estudiar más algún máster o algo, porque también mi idea era seguirme formando, pero jamás pensé que me iba a encontrar con lo que luego me encontré". Ya han pasado cinco años. Asegura que su documentación es correcta y que falla un sistema sin recursos e incoherente. "Hablamos de ocho o nueve personas para hacer los trámites. Se duplicaba la tarea administrativa. Introduce un criterio subjetivo que hace que, por ejemplo, vamos a tener homologación directa y a otra persona le dirán que le faltan cinco asignaturas, a otra que le faltan tres y a otro que se lo rechazan y se encuentran con cinco resoluciones distintas. Hay también colectivos profesionales que apoyan a los migrantes, pero colectivos que no están de acuerdo con que somos lo de las carreras. Eso también hace que a veces alguno de estos colectivos puedan ser juez y parte.

José María Casas, psicólogo: en un limbo administrativo desde 2018

Sin la homologación, no puede optar a la psicología clínica o sanitaria, ni regular completamente su formación. Puede ejercer en ámbitos como el social gracias a que ya tiene la equivalencia por vivir en Cataluña, que facilita este trámite. Sin embargo, se le cierran puertas porque las empresas desconocen la normativa. "Si alguien te tiene que contratar se lo piensa, no una, sino varias veces. Terminas como tratando de explicar al de recursos humanos en qué situación estás. No he logrado enganchar y he trabajado siempre en otra cosa. Casas forma parte de un movimiento de 900 psicólogos de 27 países distintos que tras manifestaciones y reuniones lograron negociar algunas soluciones con el gobierno. Pero tienen dudas sobre cómo se implementarán y cuando alertan, además de las consecuencias psicológicas de todo esto. "Empieza a afectar el autoconcepto, la autoestima. Te encuentras trabajando en algo que no es lo tuyo y no es lo mismo la plasticidad conductual que puedas tener a los 20 años para un nuevo oficio que la que tengas a los 40. No es fácil". Denuncia los problemas de saludad mental como depresiones consecuencia de todo esto, la precariedad o el racismo encubierto. "Hay una cuestión de creer que lo español es lo mejor. Todo lo demás es sospechoso de ser falso o fraudulento y que hay que revisarlo. Lo que es un racismo institucional. Que se evalúen académicamente nuestros contenidos y díganme lo que me falta".

Los odontólogos, entre los colectivos más afectados con esperas de más de seis años

Camila, de 33 años, odontóloga, lleva seis años en España sin conseguir la homologación. Sólo puede trabajar de auxiliar dental. En 2021 convocaron un polémico examen que sólo aprobaron dos personas de 800. En marzo habrá otra convocatoria similar. Se sienten discriminados. "Nosotros lo que pedimos es un examen justo que aquellas personas que realmente tengan las capacidades y hayan estudiado puedan superarlo. Pero un examen insuperable hace que nadie pueda aprobarlo. Cuánto tiempo más de mi vida voy a perder en este proceso y de mi salud psicológica? Cuanto más involucrado estás, más injusto te parece el futuro. Ilusiones y sueños ya no me quedan, me los han robado con todo esto".

Los ingenieros son otro de los colectivos más afectados, tanto españoles como extranjeros. José Luis Caballa no es portavoz del colectivo de ingenieros: "Cuando llegan a la calle no pueden firmar y redactar y firmar su proyecto ni pueden dirigir la obra que proyecta. Tampoco puede presentarse a oposiciones. El extranjero le pasa una cosa parecida, pero cuando llegan aquí se encuentran con la sorpresa que han estudiado cinco o seis años de ingeniería industrial, por ejemplo, y como mucho lo homologa a ingeniero organización industrial que a su vez como una profesión regulada no pueden trabajar".

Jersey, médico dominicana: "Me dijeron que nosotros no teníamos derecho a protestar"

Jersey es médico de República Dominicana. Vino a España en 2020 para preparar el MIR y acceder a la especialidad quirúrgica. "Jamás, pero jamás en la vida pasó por mi cabeza que iba a tener tantas dificultades con un proceso tan sencillo como la homologación de un título, cuando hay un convenio y todo eso. Pues pasaron 15 meses y yo no aparecía ni siquiera en la sede electrónica y que la única respuesta que obtuvimos era que eso era normal. Varias personas me dijeron que nosotros no teníamos derecho a protestar. La falta de desinformación y de conocimiento es muy grande. Le dije si yo no tuviera derecho, a mí no me hubiesen dado el permiso y esto no fuera nada legal ni nada de esto. Tú tienes, tienes que informarte".

El 11 de enero por fin recibió la homologación. Desde entonces el teléfono no para de sonar. "Hay mucho trabajo. Un montón de trabajo para médicos y loca por ponerme a estudiar otra vez". Trabajará en la sanidad privada a la espera del MIR y seguirá movilizándose para ayudar a otros compañeros. Recuerda que la diversidad aporta riqueza a cualquier país.

Joan Carreres con estudios de Finlandia: "Siento impotencia. Te dan ganas de regresar al extranjero"

Esta situación también la viven españoles que han cursado estudios en el extranjero como Joan Carreres de 30 años. Es de Valencia y graduado en Ciencias Ambientales por la Universidad de Valencia pero decidió completar sus estudios en Finlandia. Regresó a España en el año 2020 y nunca imaginó la odisea que sería convalidar la formación que cursó en el extranjero. Con toda la documentación en regla, aún no tiene una resolución y han pasado más de dos años: "Ha supuesto la pérdida de oportunidades laborales, en especial en el sector público. Sientes impotencia por ver cómo la administración te ningunea. Pero también rabia. El famoso programa de retorno del talento y ver en realidad en tu día a día, como todos sus esfuerzos no son valorados por la administración y ya no que no sean valorados, sino que es un derecho que queda recogido en la legislación, el derecho al trabajo y estás quedando excluido del mismo. Te dan unas ganas de volver a montarte con toda la ilusión en uno de ellos y continuar tu carrera profesional en un sitio donde se te reconozca.