Extrabajadoras de la Gürtel cercan a Francisco Camps
Mónica Magariños e Isabel Jordán declaran en el juicio que el expresidente valenciano fue una pieza imprescindible para la implantación y auge de la trama en ese territorio. El presidente del tribunal cambió de sitio a Camps hasta la primera fila para evitar posibles insultos y coacciones a letrados y acusados
El expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps a su llegada a la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares. / Fernando Villar (EFE)
Madrid
Antiguas trabajadoras del grupo de empresas del líder de la Gürtel, Francisco Correa, han apuntado a Francisco Camps como la persona que llevó a Álvaro Pérez a Valencia y le concedió contratos ilícitos, tanto en la Generalitat como en el Partido Popular valenciano.
Como ayer manifestara Álvaro Pérez El Bigotes, quien manifestó que a finales de 2003, Francisco Camps le sedujo para instalarse en la Comunitat valenciana y que él le pedía contratos y Camps le “ayudaba”, durante la sesión de este martes se han pronunciado en similares términos las exempleadas Mónica Magariños e Isabel Jordán, ratificando la versión del Bigotes.
“Todo el mundo sabía que Camps se llevó a Álvaro a Valencia”
Jordán ha declarado que “todo el mundo sabía” en el grupo de empresas de Correa, que “si Álvaro se fue a Valencia era porque se lo había pedido Camps”, quien le había prometido trabajo.
Isabel Jordán ha explicado que Camps comenzó dándole en 2004 todos los eventos del PP que también presidía en Valencia. Pero como no les pagaban aquellos actos, generaron “una gran deuda” y a modo de contraprestación, el Ejecutivo de Camps les concedió adjudicaciones públicas.
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Por su parte, Magariños ha expuesto que “Correa y Crespo [número 2 de la trama] presionaban mucho a Álvaro Pérez porque no había suficiente trabajo y le reclamaban que se lo pidiera a quien se lo había prometido”. La fiscal ha preguntado “¿A quién se lo pedía?”, y Magariños ha pronunciado el nombre de “Francisco Camps”.
La adjudicación de Camps a la Gürtel mientras jugaba al pádel
Mónica Magariños, quien no tiene causas pendientes y se encuentra en libertad, también ha relatado que fue Camps quien directamente adjudicó el open de tenis de Valencia en 2005 a Orange Market, la rama valenciana de la Gürtel. Afirma que “un domingo” le llamó Pérez y acudieron junto a Isabel Jordán al club de tenis de Valencia donde se encontraba Camps junto a su familia “jugando al paddel”. Una vez allí, Álvaro Pérez recibió una llamada de teléfono y el Bigotes, tras revelar que era “el presi”, fue a reunirse con él en solitario. Unos minutos después, Magariños sostiene que Pérez regresó y les dijo “podemos irnos, ya tenemos el open de tenis”. Y varios de los servicios del abierto de tenis de Valencia de 2005 fueron efectivamente adjudicados a la trama Gürtel.
“Sabíamos que tendríamos Fitur antes del concurso público”
Además, admitió otro hecho que apuntala la acusación contra los altos cargos del Gobierno valenciano. Ha aseverado que Orange Market sabía que iba a obtener las contrataciones de Fitur antes de que la Generalitat sacase el concurso público a subasta.
También un antiguo funcionario de la Generalitat valenciana, José Bort, admitió que amañó un contrato de la empresa pública Sepiva a favor de la organización, porque se lo ordenaron sus superiores.
Contradicciones y pérdidas de memoria de Herrero
En cambio, el exgerente de Orange Market, Cándido Herrero, negó haber visto nunca la mano de Camps tras los contratos y trató de desprestigiar a Álvaro Pérez, asegurando que era “como el parchís, que comes una y cuentas veinte”. Pero Herrero incurrió en varias contradicciones, como cuando dijo no conocer a la responsable de presidencia, Dora Ibars, para a continuación aparecer correos electrónicos que certificaban lo contrario, y también en constantes pérdidas de memoria respecto a asuntos clave, que exasperaron a la Fiscalía dando por roto el acuerdo de conformidad rubricado con el acusado.
Camps, a primera fila por insultar desde el gallinero
Al inicio de la sesión, Francisco Camps se ganó una nueva reprimenda del tribunal cuando el magistrado presidente, José Antonio de Mora, le obligó a sentarse en primera fila. Todo comenzó cuando Gustavo Galán, el abogado de Álvaro Pérez, pidió la palabra para denunciar que el día anterior Camps le había llamado “abogado miserable” desde las últimas filas de la sala de vistas que habitualmente ocupa. Además, alertó de posibles coacciones en un futuro a otros acusados o testigos. Ante el “nuevo incidente” protagonizado por Camps después de que se abalanzara sobre Correa insultándole o de que este lunes tuviera que ser llamado al orden por los comentarios realizados durante el juicio, el presidente del tribunal tomó ayer “medidas” y ordenó a Camps trasladarse hasta la primera fila para evitar en lo sucesivo estas actitudes. Al final, invocando su derecho como letrado en ejercicio, Camps consiguió sentarse en el estrado destinado a los abogados, donde continuará en próximas sesiones.
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