Lviv, el lugar donde se produjeron las más dolorosas despedidas

Hace casi un año les hablaba desde otra estación, al otro lado de la frontera, en la última localidad de Polonia antes de entrar a Ucrania. Desde allí les contamos el drama de los refugiados, las historias de aquellas mujeres que prácticamente con lo puesto habían salido de sus hogares arrastrando a los niños y sus cuatro pertenencias. Recuerdo haberles descrito el miedo en sus ojos, la incertidumbre, el no saber a dónde ir, hacia dónde tirar. Las imágenes de los niños agarrados a ellas, apretando con la otra mano el único juguete que se habían conseguido llevar de sus casas. Recuerdo que les conté la ola de solidaridad que recorrió Europa y que llegó hasta ese punto de Polonia, convertido en ayuda, en vehículos, en gente dispuesta a llevarse a casa a quien lo necesitara. Recuerdo que nadie lloraba y recuerdo que apenas había hombres, ellos habían quedado atrás para seguir luchando. Todos ellos llegaban de la última ciudad ucraniana que había podido pisar y que les ayudó en sus huidas. Llegaban de Lviv.

Les hablo esta mañana desde la ciudad ucraniana de Lviv, desde la estación de esa ciudad de la que hace ahora casi un año salían la mayor parte de refugiados, sobre todo refugiados que abandonaban Ucrania. Acababa de empezar la invasión rusa, acababa de empezar la guerra y nadie sabía entonces que iba a pasar. Los ataques eran indiscriminados, las alarmas sonaban en todo el país. Todo el mundo tenía miedo, mucho miedo. Fue una huida, como no se recordaba, el mayor movimiento de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.

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Un año después estamos en Lviv, al otro lado de la frontera, estamos en el lugar donde se produjeron las más dolorosas despedidas, el lugar que se organizó para que los refugiados pudieran abandonar su país con dignidad. Muchos de ellos llevaban días de camino, desde los lugares más lejanos de Ucrania, aquí fue la última oportunidad que tuvieron para mirar atrás sin saber si volverían o cuando volverían. Muchos lo han hecho pasado un año, pero otros muchos siguen fuera de sus hogares con la vida completamente rota.

Hoy desde aquí les vamos a contar la vida de algunos de ellos, de los que han vuelto y de los que siguen fuera, pero también de los que, sin salir de Ucrania, no han podido volver a su casa, son refugiados dentro de su propio país. Empezamos aquí una programación especial en 'Hoy por Hoy', recorriendo algunos de los escenarios que nos sobrecogieron hace un año y que acabaremos en Kiev, el viernes en el primer aniversario de inicio de la invasión.