Albert Giménez, exárbitro: "Cuando ya era comentarista, Enríquez Negreira me llamó para decirme 'oye, pollo, ¿tú quién te has creído?"

Madrid

Sergi Albert Giménez es un exárbitro de 74 años que compartió época con Enríquez Negreira, cuando dirigía partidos de Primera durante las temporadas 1987-88, 88-89 y 89-90. Ambos comenzaron su carrera a finales de los 70, la desarrollaron durante los 80 y se retiraron a principios de los 90 y los dos comparten también ciudad de nacimiento, Barcelona. Giménez pasa por El Larguero para opinar sobre el 'caso Negreira'.

P: ¿Influía tanto sobre los árbitros Enríquez Negreira?

"Eso lo podría comunicar Iturralde González, pero yo particularmente sí creo que tenía poder por ser amigo de Victoriano Sánchez Arminio. Muchas cosas se las cedía a él, como comunicar los ascensos y descensos. El presidente confiaba en él, tiene que estar hecho polvo".

P: ¿Para qué le pagaba el FC Barcelona?

R: "Para mí tiene algo, no sé el qué, del Barcelona que el club ha preferido silenciar. Si no, esos envites que ha hecho a través de burofax no se pueden hacer si no tienes algo detrás que hace fuerza. Y esto lo conecto con que el señor Contreras, se va con un presidente de la federación catalana en juicio. A mí esto me huele a que ha habido personas que han querido vaciar la caja, o parte, del FC Barcelona. Es una trama complicada de descubrir. Al final, la mierda se nos ha echado a los árbitros".

P: El Barça prefirió pagarle a que no tirase de la manta. ¿Pero antes de comenzar el trato, por qué accedieron a pagarle?

R: "Creo que esto viene de antes: el ya sabe algo para chantajear al club de antes, empieza a hablar con los directivos del Barça y se les ocurre esto de los informes arbitrales. Es ponerle un lacito para que quede mono. Pero no hay ni contrato. Es de locos. De película, de reírse por cómo se ha hecho todo".

P: ¿Pone este caso al arbitraje bajo sospecha por estos años?

R: "Lo que es fácil de entender es que él ha intentado hacer ver que él influía en los árbitros. Pero para mí, hasta que no se demuestre, creo que todos los árbitros de Primera y segunda no se han dejado manipular. Es cierto que ningún colectivo puede haber una oveja negra. Pero hasta que no se juzga y no se demuestra... No se puede condenar. Y ahora mismo estamos muy condenados. Pido calma. Esperemos a saber si ha tocado a esos árbitros".

P: ¿Cómo se le puede influir a un árbitro? Sin decirle 'saca rojas' o 'pita penaltis'.

R: "No te lo sé decir, creo que Iturralde tampoco. No somos influenciables. No sé si alguno, por lo que he visto, lo veo difícil. No puedo poner las dos manos en el fuego, pero me resulta muy muy difícil creerlo".

P: Los vídeos, los informes se hacen ¿para pasárselo a quién?

R: "Esos videos era para decir qué ponemos en la factura. Esos informes los hacía yo para una televisión, públicos y gratuitos. Podían venir y decir '¿qué tal es Iturralde?'. Eso salía en televisión y no puedo entender qué más se puede ofrecer de un señor, salvo algún problema en la vida particular. No se pueden pagar esos precios bajo ningún concepto".

P: ¿Te presionó siendo comentarista en televisión?

R: "Sí, me llamó, me sentó y me dijo. ¡Oye, pollo! ¿Tú quién te has creído? Como sigues haciendo esos comentarios puedes acabar en otro lado. Vete con mucho cuidado no te pase algo. Cuando me dijo eso, le contesté en los mismos términos. Le dije que si me hacía algo, que no fallara porque yo no iba a fallar".

P: ¿Si a ti te llamó para decirte esto, crees que no era capaz de decirle eso a los árbitros?

R: "Él presumía de ser quien movía los hilos en Barcelona, vendía controles. Pero yo creo que a los que pitaban no los controlaba, aunque sé que parece contradictorio".

P: Igual lo que te decía a ti se lo decía a otros.

R: "Él iba probando, conmigo, porque tuvimos una enganchada porque competimos para la presidencia de árbitros. Me llamó un día para preguntarme cuándo me retiraba. Como vio que no pasaba, se retiró y no se presentó a la candidatura. Yo perdí".

P: No se le puede preguntar, tiene Alzheimer.

"Con todos mis respetos, preferiría que no lo tuviera, y dudo que lo tenga".