Feijóo: ¡No humille más a Casado!

Barcelona

Señor Feijóo, háganos el favor de no humillar más a su predecesor, Pablo Casado. Primero le "desinvitó" al congreso en que se retrató hasta quedar saciado con Aznar y Rajoy: ni siquiera le ofreció un humilde taburete entre bambalinas. Le borró de la foto, casi como Stalin a Trotsky. Y luego le invita a comer justo el día del aniversario en que lo defenestró. Entran -y sobre todo, salen- del restaurante separados, huyendo de aparentar sensación de proximidad, y sobre todo de reconciliación, porque eso habría irritado a Isabel Ayuso. Pero deja el mensaje de la cita a los fotógrafos para certificar, ante los pocos casadistas supervivientes, sus presuntos buenos modales de presunta gente de bien.

De bien a muy mal no hay más que un trecho. Dice que no ha echado de comer a su antecesor “por mala conciencia”, ¿acaso tiene de eso pocas reservas? Y lo hace y lo dice justo cuando hemos conocido que sus dos arietes parlamentarios, Cuca Gamarra y Javier Maroto, traicionaron a Casado solo 72 horas después de ensalzarlo hasta la sumisión más ridícula. Y claro, para prometerle al minuto fidelidad a él mismo como presunto caballo ganador: cualquier tipo normal se tentaría la ropa ante tanta miseria moral. Desconfiaría de aduladores tan volubles como veletas. Pero Feijóo, no, ¿es que acaso le seduce ese ambientillo de cochambre?

¿De verdad esta gente pretende gobernar, cuando no le basta vencer a sus rivales, incluso internos, sino que les lancean hasta la humillación, solo por haber investigado la presunta corrupción autonómica en Madrid? Dios nos libre a los demás de esta leal camaradería.