La aburrida democracia

Madrid

La aburrida democracia. Más de cuatro décadas después de aquello, apenas nadie recuerda su excepcionalidad. Y, sin embargo, hoy se han cumplido 42 años desde el 23 de febrero de 1981. El último golpe de estado de la historia de España. Ahora las Fuerzas Armadas están normalizadas y reconocidas, según todas las encuestas, como una de las instituciones que mejor funciona. Su reforma estructural, abordada desde entonces, tiene su continuidad, por ejemplo, en la creación de la Unidad Militar de Emergencias, que apenas hace unos días ha dado testimonios de para lo que sirve y fue creada en las labores de rescate en el horrible terremoto de Turquía y Siria.

Hay algo que no se debe difuminar en el tiempo. De aquel 23-F de infausta memoria cabe subrayar, un año más, la dignidad de tres personas que ya no están entre nosotros. El presidente Adolfo Suárez, el líder comunista Santiago Carrillo y el general Gutiérrez Mellado. Son aquellos héroes de la retirada, como los calificó Javier Cercas, siguiendo al intelectual alemán Enzensberger. Ya hace tiempo que sabemos por la experiencia que dichoso es el país que no necesita esos héroes. Volvamos a la aburrida normalidad democrática.