'La hojarasca', la primera novela de Gabriel García Márquez

Gabriel García Márquez nació en Aracataca, Colombia, en 1927 y murió en México en 2014. Es una de las figuras más importantes e influyentes de la literatura contemporánea. Ganó del Premio Nobel de Literatura en 1982. Máxima figura del llamado 'realismo mágico', es el autor de 'Cien años de soledad', 'El coronel no tiene quien le escriba', 'Crónica de una muerte anunciada', o 'El amor en los tiempos del cólera'.

'La hojarasca' fue su primera novela y se publicó en 1955. Es una novela compleja, dura y hermosa. Llena de imágenes y de personajes inolvidables, hasta el punto de que parece incluso una tragedia griega. Una manera ideal de entrar en el universo de Gabriel García Márquez. Pura literatura.

La semilla del universo de Macondo, uno de los grandes mitos de la literatura universal

Gabriel García Márquez publicó 'La hojarasca' cuando apenas tenía 28 años. Esta breve y fulgurante novela fue la semilla del universo de Macondo y también anunció la capacidad del autor para enhebrar con enorme precisión su pulso narrativo implacable con una imaginación siempre fecunda. En 'La hojarasca' nació Macondo, ese poblachón cercano a la costa atlántica colombiana que ya se ha convertido en uno de los grandes mitos de la literatura universal. En él transcurre la historia de un entierro imposible. Ha muerto un antiguo médico odiado por el pueblo y un viejo coronel retirado se ha empeñado en enterrarle frente a la oposición de todo el poblado y sus autoridades. Es como una tragedia griega. De hecho, el libro lleva como lema una cita de 'Antígona', que recuerda la prohibición de enterrar el cuerpo de Polinice.

Como señala María José Vargas Yanes, 'La hojarasca' consiste en tres monólogos interiores: los de un coronel, su hija y su nieto de diez años, que viven en Macondo, donde estuvo instalada por varios años la compañía bananera que será protagonista en otras novelas del autor. La narración de 'La hojarasca' cambia entre las tres generaciones de la familia. Los personajes se encuentran en un limbo espiritual después de la muerte de un hombre apasionadamente odiado por toda la aldea, pero inexplicablemente vinculado al patriarca de la familia. No existe un narrador omnisciente, sino que se enhebran las perspectivas de cada uno a través de su testimonio y de sus recuerdos.

Gabriel García Márquez estableció una analogía sobre los vínculos entre 'Mientras agonizo', de William Faulkner, y 'La hojarasca', y destacó en una de sus entrevistas que "es indudable esta relación" porque 'Mientras agonizo' fue una de las fuentes de inspiración de su primera novela. Ante la cantidad de personajes (son 15 en total) en la obra de Faulkner, con la finalidad de simplificar la trama y debido a sus propios propósitos narrativos, él los redujo a tres: el abuelo/coronel, la hija/Isabel y el nieto, únicos asistentes al funeral del médico suicida. Cada uno, en representación de cada una de las tres generaciones que abarcaban la historia de 'La hojarasca'.

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Los personajes, cómplices de la historia

Rocío Valera Sánchez publicó en la Revista de la Sociedad Española de Estudios Clásicos que es interesante señalar que García Márquez agregó una cita de 'Antígona' a 'La hojarasca' después de que le mostraran la similitud que su obra tenía con la tragedia griega, y que incluso García Márquez hizo algunas modificaciones en la novela. 'Antígona' y 'La hojarasca' tratarían sobre "las medidas políticas impuestas al espíritu privado, sobre la necesaria violencia que el cambio político y social acarrea a la indecible interioridad del ser". Respecto al conocimiento de la literatura clásica grecolatina por parte de García Márquez, la obra literaria del autor colombiano bebe de la fuente grecolatina y Sófocles fue uno de los autores que más le influyeron. Él mismo confiesa que 'Edipo Rey' fue la obra que más le conmocionó en su vida.

Como indica Karla Sofía Beltrán Torres, en 'La hojarasca' los personajes son cómplices de la historia. Esto involucra a cada uno de ellos en el desarrollo de la trama. Las voces narrativas ejercen dos funciones: una dinámica y una pasiva. La primera es aquella con la cual promueven los detalles de la historia. La segunda es donde se realizan como actores de la misma. La técnica narrativa en los personajes tiene un papel importante. Cada una de estas voces brinda un comunicado distinto y su visión particular los hace exponer los hechos de diferente manera, lo que conlleva al lector a explorar cada versión y con ello tener una idea más concreta de lo sucedido, porque es rara la vez que la perspectiva de los personajes pueden reducirse a una. Los tres se encuentran en el mismo tiempo-espacio, pero no tienden a narrar con la misma visión.