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Tribunales | Actualidad

Laura Borràs descarga culpas en la funcionaria que la incriminó: "Ella hizo la contratación"

La presidenta de Junts dice ser víctima de una persecución política: "Ni en la más remota pesadilla hubiera imaginado ser investigada por delitos que no he cometido"

Laura Borràs, expresidenta del Parlament de Cataluña. Archivo. / Chema Moya (EFE)

Barcelona

La presidenta de Junts, Laura Borràs, ha negado cualquier irregularidad mientras dirigía la Institución de las Letras Catalanas (ILC). En su declaración ante el juez, Borràs, acusada de fraccionar contratos para adjudicarlos a dedo a un amigo, ha descargado todas las responsabilidades en su subordinada, una alta funcionaria que la incriminó ante el tribunal.

La última palabra de Borràs este lunes ha servido, además, para volver a agitar la bandera de la persecución política: "Ni en la más remota de las pesadillas hubiera podido imaginar que podía ser investigada por haber cometido unos delitos que no he cometido", ha aseverado.

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Borràs, que afronta una pena de seis años de prisión y 21 de inhabilitación, ha respondido solo a las preguntas de sus abogados. Con una estrategia de defensa debilitada por la confesión de los otros dos acusados y el duro testimonio de la administradora de la ILC, la líder de Junts ha intentado ofrecer una versión expiatoria de los hechos, descargando las culpas en quiénes estaban a sus órdenes, en especial, la funcionaria que el pasado miércoles la puso contra las cuerdas.

"Toda la contratación la hizo Assumpta P. Yo le decía qué había que hacer y ella materializada el cómo y llevaba a cabo de forma muy escrupulosa los expedientes", ha afirmado Borràs, que se ha descrito como una "intermediaria" entre la su amigo, Isaías Herrero, el informático a quien se acusa de adjudicar más de 330.000 euros a dedo, y la funcionaria. "Los expedientes los tramitaba ella", ha insistido Borràs.

En su declaración, Assumpta P. aseguró haber avisado a Borràs de sus irregularidades, haber intentado convencerla de hacer un concurso público, en lugar de seguir troceando contratos que iban siempre a la misma persona. Fue en vano, según esta funcionaria. "[Borràs] dijo que no, que había que seguir haciendo lo que se hacía", criticó.

Este lunes, la expresidenta del Parlament ha justificado la acusación de la funcionaria: "Estar sometido a un proceso judicial es una cuestión tremendamente incómoda y cada uno responde como buenamente puede; entiendo que quiera sacarse responsabilidades de encima".

A pesar de que la contratación era una de las funciones de la dirección de la ILC, el cargo que Borrás ocupó entre 2012 y 2017, este lunes ha querido delegarlo en los funcionarios: "Las tareas de carácter administrativo, como es normal, las llevan los técnicos administrativos, no eran de mi incumbencia".

Descrédito y elogios al beneficiario de los contratos

A preguntas de su abogada, Isabel Elbal, Borrás ha relatado que en 2012 recibió el encargo de modernizar la Institución de las Letras Catalanas, anclada, según la líder de Junts, en el siglo XIX. Su deber era "llevarla al siglo XXI". Para ello, decidió elaborar un portal web que fuera "una ventana abierta de la literatura catalana al mundo".

Para ese encargo, según Borrás, quien fuera conseller de Cultura Ferran Mascarell autorizó que buscara un informático externo a la institución. Enseguida, dice Borrás, pensó en Isaías Herrero, a quien había conocido en un certamen literario. Unos premios en el que la acusada era jurado y el informático ganó.

"Me ha dolido mucho ver como en su nivel de degradación se ha presentado como un mero informático. Isaías Herrero era un artista digital, era un creador digital; premiado, reconocido y antologado", ha manifestado Borrás para justificar su elección. Poco después, sin embargo, la líder de Junts ha subrayado los reconocidos problemas de drogadicción del informático, a fin de intentar desacreditarle.

Borrás denuncia ser víctima de 'Law Fare' y persecución política

Su declaración ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña no ha quedado exenta de alegato político. La presidenta de Junts asegura ser víctima de Law Fare y persecución política: "He vivido cuatro años y medio con unas acusaciones que no tenían otro objetivo que vincular mi nombre con el nombre de la corrupción", ha sentenciado.

"Yo realicé siempre un trabajo escrupulosamente dentro de los límites de la legalidad y de la eficiencia, con unos resultados celebrados por la comunidad literaria", defiende la acusada que añade que "todo lo que se hizo, se podía hacer".

CRÒNICA de Núria Pujadas. S'obre judici oral contra Laura Borràs