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Iván Macías: "Noah Gordon me pidió que tocara una parte del musical y reconoció qué parte de 'El Médico' le estaba tocando"

Aimar Bretos entrevista al pianista Iván Macías que estrena el musical de 'El Médico'

Las entrevistas de Aimar | Iván Macías

Madrid

El docente de la Academia Nacional de Artes Escénicas de España, Iván Macías, considerado por la crítica especializada como uno de los mejores pianistas españoles se ha embarcado en una de las aventuras más apasionantes de su carrera: Componer el musical del libro superventas El médico de Noah Gordon. Macías, de la mano del letrista y libretista Félix Amador, han dado vida a las páginas en las que Gordon cuenta la historia de un huérfano muy joven de la Inglaterra del siglo XI que es capaz de predecir la muerte con sus manos. Precisamente con las manos temblorosas, Iván Macías ha recordado en Hora 25 el momento en que Noah Gordon reconoció el capítulo de El médico que el propio Macías había compuesto para el musical cuando se lo tocó al piano en la casa del escritor.

Iván Macías

P. Eres músico, eres compositor y eres uno de los creadores de musicales más reconocidos en España. Vamos al principio de todo, ¿por dónde se empieza a crear un musical?

R. Lo primero es la idea, qué historia queremos contar o qué queremos que el público viva. En el caso del primer gran musical que hicimos, que fue El médico, lo teníamos bastante claro, no tanto Félix Amador, el libretista y escritor como yo, nos retiramos a pensar qué historia queríamos contar. Aparecieron tres o cuatro títulos principales y El médico había tenido algo que nos cautivaba en ese en ese momento, y lo sigue teniendo en las tres culturas. Ese viaje. Desde Londres hasta Isfahán en la Edad Media. Es algo que también nos toca mucho a nosotros los españoles. El médico es un best-seller y como en España compramos mucho la marca y el título pues ese fue el punto de partida.

P. Tengo muchas preguntas que hacerte de lo que ya me has contado hasta ahora. ¿Cómo llegáis ahí? Quiero decir, ¿por qué El médico?

R. Algo tenía, ¿no? El médico yo lo había leído hace muchísimos años y claro, también es cierto que buscábamos títulos y marcas que en España hubieran sido un éxito. Eso lo teníamos claro porque no estamos con el nivel de Broadway en donde el estar en un teatro determinado, o en un circuito determinado ya es un sinónimo de calidad y la gente va. La gente compra ese teatro aunque sea una producción nueva o un título desconocido. Pero en España todavía tenemos mucho que andar en ese camino. El médico tenía ese algo aparte del título y un autor superventas en España, como Noah Gordon. Ese tema, ese mensaje, de unión de las tres culturas. Había ahí un cúmulo de historia y, sobre todo, de épica. Una historia épica y medieval que nos apasiona. Mira que teníamos una lista de títulos, ¿eh? Pero los dos llegamos con que El médico tenía que ser el primero y nos pusimos manos a la obra como locos.

P. Claro, y entiendo que lo primero es conseguir que Noah Gordon os vendiera los derechos. ¿Cómo se convence a Noah Gordon de: Oye vamos a hacer en España un musical sobre "El Médico"?

Fue un viaje de meses. Todo empezó como empezaría cualquiera, intentando contactar con su editorial de hoy. Tenemos una idea, y su editorial da la casualidad que la lleva su hijo Michael, que vive en Barcelona. Entonces nos podemos comunicar de una manera sencilla, pero sí que es cierto que al principio, el primer mensaje de ellos fue "Me parece que estáis loco. Podemos estudiar una propuesta, pero no de El médico.

P. De cualquier otra obra de Noah Gordon, menos de El médico.

R. El médico era como intocable, era la joya de la corona, es la joya de la corona. Estuvimos estudiando otros títulos. Tienen un título precioso que es "El último judío" que a mí me encantó.

P. Pero no es El médico.

R. Queríamos al médico, seguimos insistiendo durante meses hasta que me dice Michael : "Bueno Iván, podemos hablar de El médico si nos hacéis una oferta loca, una oferta irrechazable".

P. En cuanto a la calidad de lo que le propusierais, ¿no?

R. Claro, eso fue lo que yo entendí. No sé si se refería a eso. O a pasta, o las dos, o una de las dos. Entonces nos pusimos a trabajar y creamos el prólogo y un par de números del musical, lo grabamos en el estudio, invertimos mucha pasta y también muchas horas en la creación del prólogo. Especialmente en contar musicalmente el prólogo del libro. La idea era que cuando eso llegara a Noah Gordon. Tenía que decir: "Esto se hace". Y entonces, cuando tuvimos el prólogo grabado, llamamos a Michael para decirle: "Nos hemos reunido con productores y tenemos esa oferta irrechazable".

P. Y él pensando que íbais a ir con un cheque...

R. Imagino que sí. Nos citó en Barcelona en un hotel, llegamos allí Pablo, que era también productor artístico, y yo. Y vamos a hablar de El médico. Pablo acertadamente dice: "Mira te traigo un ordenador y los cascos". Íbamos con todo preparado. Les dijimos: "Traemos un prólogo y esto es irrechazable, pero queremos que lo escuchéis porque si no te gusta es que no nos molestamos ni en buscar la financiación ni en buscar el cómo desarrollarlo". A la mitad del prólogo, Michael se quitó los cascos y dijo: "Esto es la hostia y os tenéis que venir a Boston a conocer a mi padre". Y fuimos.

P. ¿Y qué dijo Noah Gordon cuando lo escuchó?

A Noah Gordon le poníamos tres o cuatro extractos porque si que nos metimos dos semanas durmiendo dos o tres horas al día para avanzar lo máximo. Y él decía que estaba escuchando su libro.

P. Ostras, ¿es lo mejor que te podía decir, no?

Claro. Yo con los ojos brillantes, emocionado, ya había empezado a hablar del musical, de las escenas y me llevó un piano de cola que tenía en su residencia. Y me dice: "Tócame un extracto del musical" y él reconocía qué parte del libro estaba tocando. Se creó una química ahí que todos supimos ya que iba a salir, que había musical y que había acuerdo. Luego evidentemente, pues Michael y Noah facilitaron mucho el poder desarrollar un proyecto con una marca tan importante como El médico.

P. Vale, entonces ya tenéis ahí la historia y, a partir de ahí, ¿cómo se monta un musical made in Spain completamente?

R. Pues yo creo que uniendo locos. Y uniendo gente que quiere saltar al vacío contigo, que cree en el en el proyecto. Ahora estamos en un momento dulce del teatro musical y de la cultura en España. Pero sí que es cierto que todavía no hemos roto la barrera de la creación propia en el teatro musical. Importamos títulos de Broadway, importamos marcas conocidas, pero la creación de gran formato y una exportación nuestra todavía está lejos. Estamos abriendo ese camino. Entonces, la mayoría de las puertas estaban cerradas a crear desde cero un proyecto así. Sin embargo, sí que los creativos tenían muchas ganas de embarcarse en una creación desde cero. Crear el mundo de El médico, no dejar de ser un reto y algo apasionante pero la inversión sí que la conseguimos toda privada. Gente ajena al teatro musical que se unió para crear una nueva productora en 2018. Y conseguimos la financiación así, de manera privada, de alguien del sector agrícola, alguien que venía del sector de los eventos y de varios proyectos y entre todos armamos la posibilidad de traer El médico a Madrid. Fue un trabajo también de tocar muchas puertas.

P. Déjame que hagamos un paréntesis. Privado, ¿no hay dinero público en España para el fomento de la cultura musical?

R. Nosotros no lo hemos conseguido todavía para el teatro musical. Al teatro musical no lo posicionamos en el sitio que se merece aunque nosotros lo estamos intentando. Este musical es top. Las producciones con inversiones de 2 o 3 millones de euros son muy difíciles de recuperar en el teatro musical. Y luego los actores tienen que cantar, bailar y actuar. Hablamos de gente muy top y todavía no tiene ese reconocimiento. No vemos grandes musicales en los teatros públicos y por supuesto, muy poca ayuda pública para para el desarrollo de estos proyectos.

P. Cuando me dices que es muy difícil de recuperar la inversión, eso implica que hay inversores muy arriesgados, que están poniendo su pasta, con una posibilidad de no retorno.

R. Evidentemente que sí. El teatro musical, el teatro y la cultura. Tienen otras muchas rentabilidades, pero lo que es "la pela por la pela, meter dos y recuperar tres". Eso no siempre ocurre, sobre todo en el gran formato. Por eso no hay tantísimos productores y por eso es tan complicado arrancar un proyecto de gran formato de teatro musical. Hay muy buenos, pero no es tan fácil encontrar la financiación.

P. Iván y una cosa de las que me llama la atención hablando contigo es la pasión con la que hablas de los musicales y de la música en sí. Tu relación con la música viene de muy pequeño. Es una cosa familiar.

R. Sí, bueno, yo empecé con la música como un juego. Mis padres son músicos, los dos. Mi madre es profesora de música. Mi padre tocaba la guitarra, aunque ya no esté en activo. Había un piano en casa. Me llevaron a clase de piano y ahí empieza todo, con el piano. Con tres o cuatro años tocando el piano, desde ahí puedes desarrollar toda la carrera con el piano, que es mi instrumento principal y es mi vida.

P. ¿Y qué hace un virtuoso del piano en el mundo de los musicales? Eres uno de los mejores pianistas de España, ¿por qué meterte en este lío?

R. Acabé un poco cansado de la idiosincrasia del mundo clásico. Creamos un proyecto educativo con La Barbarie Musical y a mí siempre me ha gustado el teatro musical. Antes de El médico hicimos un musical basado en "Germinal" de Émile Zola, con 60 músicos en directo y 40 actores. Lo hicimos a lo grande, pero concierto. Vinimos a Madrid, a la Gran Vía, una semana en verano y cuando vinimos una crítica dijo que hacían falta grandes producciones españolas y que España estaba ausente de la creación de teatro musical. Ese fue el punto de partida de hacer un trabajo de investigación y ver qué se estaba haciendo en Madrid. ¿Y por qué Madrid, que es el tercer o cuarto mercado más importante de teatro musical no tenía creación propia? Vimos un hueco que quizás podríamos explorar. Yo estaba acabando en ese momento el máster de composición de música para cine y televisión. ¿Por qué no aplicar la manera de componer para cine en el teatro? Todos esos recursos cinematográficos en el teatro. Y esa fue un poco la mezcla que me motivó a dedicar mi tiempo a intentar hacer teatro musical. Y el teatro musical, tiene algo que es "el vivo", "el directo". Cada día es distinto y suceden cosas. A alguien que le apasiona la música y el Arte, pues, le vuelve loco.

P. ¿Cuál es el mejor momento de una función para ti?

R. Hay varios, cuando termina es maravilloso, pero cuando suceden cosas en el escenario que salen un poquito del guión, a mí me encanta porque me va la marcha de más. Empiezan los "nervios tibios", ves las caras o las sonrisas. Sobre todo cuando ves que que el público conecta y ha entrado en el juego que tú has propuesto es increíble.