La Fiscalía italiana ordena requisar toda la documentación de la guardia costera sobre el naufragio en el que murieron al menos 69 personas

La Fiscalía de Crotone, región de Calabria (sur de Italia), ha abierto un expediente sobre el operativo de rescate y las operaciones realizadas por los diferentes cuerpos de seguridad en las horas previas al naufragio de un barco de migrantes el pasado domingo en el que murieron, al menos, 69 personas. Los fiscales han solicitado a los Carabineros (policía militarizada), que recupere los documentos relacionados con la actividad de la Guardia Costera y la Guardia de Finanzas después de que la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, Frontex, notificase a los guardacostas italianos la presencia del navío la noche del sábado. El expediente, que forma parte de la investigación abierta por el suceso, tratará de reconstruir, entre otros aspectos, la cadena de mensajes que llevó a que se activara el dispositivo de emergencias solo cuando la barca ya había naufragado a unos 100 metros de la costa, pese a que se sabía desde el día antes que el barco estaba en la zona, según los medios locales. El fiscal Giuseppe Capoccia ha asegurado que no se trabaja con ninguna hipótesis y de momento solo se están recabando datos para «enmarcar la situación». Las diferentes versiones de Frontex y los cuerpos de seguridad italianos han sembrado dudas sobre si la tragedia se podría haber evitado y la nueva líder del opositor Partido Demócrata, Elly Schlein, ha pedido la dimisión del ministro de Interior, Matteo Piantedosi, muy próximo al ultradrechista Matteo Salvini, vicepresidente del Gobierno. Uno de los puntos más criticados es la decisión de no considerar el evento como una operación de socorro desde el primer momento, por lo que inicialmente solo se activó un pequeño dispositivo con intención de contactar al navío. Las autoridades italianas recibieron el sábado 25 en torno a las 22:00 (21:00 GMT) un primer aviso de Frontex que alertó de la presencia en el Mediterráneo de una embarcación que «navegaba sin problemas, a seis nudos (de velocidad), con buena flotabilidad y una sola persona visible en la cubierta». Entonces, la Guardia de Finanzas se comunicó con un dispositivo que ya estaba en el mar para que «interceptara la embarcación», aunque las condiciones meteorológicas dificultaron la operación y los agentes regresaron a tierra Así, pasaron varias horas sin que la barca fuera atendida, según el relato difundido por las fuerzas del orden italianas en un comunicado. El dispositivo de emergencias no se activó hasta pasadas las 4:30 (3:30 GMT), después de recibir varias llamadas desde tierra que alertaban de «una embarcación en apuros a pocos metros de la costa». Pero los esfuerzos fueron inútiles, ya que la barca había quedado destrozada tras chocar contra unas rocas frente a la costa de Steccato di Cutro y los agentes se encontraron con decenas de cuerpos flotando en el mar. Hasta el momento se han recuperado 67 cadáveres, entre afganos, iraníes, pakistaníes y sirios, y unas 80 personas lograron sobrevivir, mientras se busca a los desaparecidos y se teme que la cifra final de victimas mortales supere el centenar.

La Fiscalía italiana ordena requisar toda la documentación de la guardia costera sobre el naufragio en el que murieron al menos 69 personas

El ministerio público investiga si hubo algún tipo de negligencia, ya que se sabía desde el día antes que el barco estaba en la zona, pero el dispositivo de emergencias solo se activo cuando la embarcación había naufragado, a unos 100 metros de la costa

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