¿Qué motivo tiene Ferrovial?

Barcelona

El caso Ferrovial es un asunto importante. El traslado de la sede social de la multinacional española de construcción, ingeniería civil, autopistas y logística no debería ser manipulado para la política pequeña. Supone un perjuicio para la economía española. Tanto más que para el Gobierno. La pérdida de un centro de decisión estratégica es grave, y no supone solo una pérdida en la recaudación de impuestos. Así que para este Gobierno, para el próximo o para el siguiente, no es lo mismo una España con esta empresa compartiendo el puente de mando de la economía privada, o sin ella. Ténganlo en cuenta los que aspiran a sustituir a la actual coalición gubernamental. No todo debe valerles.

Así que ahora lo importante es aclarar por qué se va a Ámsterdam y afianzar las garantías de que su actividad en empleo, proyectos y actividad en general en España no decaerá. ¿Por qué aclararlo? ¿Tiene razón el Gobierno pensando que la familia Del Pino, los dueños de verdad de la casa, solo quieren pagar menos impuestos? De momento no están nada claros los motivos de la huida: eso de que va a “potenciar” la internacionalización es un argumento muy flojo: ya más del 82% de su actividad es exterior, y le va bien; eso de que Holanda es jurídicamente muy estable es cierto, pero también lo es España, a ojos de cualquier organismo que no intervenga en la pequeña batalla partidista y provinciana española; eso de que así podrá cotizar en Nueva York es filfa: son varias las empresas españolas que figuran en Wall Street, sin pasar por Ámsterdam.

O sea, que Ferrovial debe explicarse ante una sociedad que la ha apoyado y engrandecido. Ojalá que su operación no sea a 'full'. Y ojalá que pueda reconsiderarla.

Escucha todas las miradas de Xavier Vidal-Folch