El director de una clínica de vientres de alquiler: "No conozco a ninguna mujer que haga esto por amabilidad. Es por necesidad"

Madrid

Esta semana se aprobó la reforma de la Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, que prohíbe la publicidad y promoción de empresas de gestación subrogada. Esta semana, también, nuestra compañera de La Marea Patricia Simón regresaba a la Clínica ucraniana de vientres de alquiler que visitó el año pasado, al poco de la invasión rusa. Aquella vez estaban en un búnker, donde enfermeras cuidaban a recién nacidos que habían quedado allí, porque las familias que los habían "encargado" no podían viajar a hacerse cargo de ellos. Ahora, Patricia ha hablado con el director, Ihor Pechenoha que admite que, pese a la guerra, cada vez más personas acuden a su centro para tener hijos.

"Antes quizás nos veían como un país tercermundista. Ahora ven que somos fuertes y nuestras mujeres son guapas, y tenemos más demanda". Hasta el punto que admite tener que ir a buscar mujeres a países de la órbita post soviética. "Tienen que ser países más pobres, porque esto se hace por necesidad. No he conocido a ninguna mujer que lo hiciera por amabilidad. No lo hacen por ser amables, sino para criar a sus hijos, para mejorar su vida". Es lo que también le contó una de esas madres gestantes a Patricia Simón. Tiene 41 años y tres hijos adolescentes biológicos. Entre ella y su marido apenas ganan 500 euros. Se llama Olga, está de 32 semanas y es la segunda vez que lo hace, "por el primer bebé me dieron 16 mil euros y ahora también. Con el primero nos compramos un piso, ahora vamos a comprar una casa", Olga admite que entregar al primer bebé fue algo duro, difícil, para ella porque "aunque el material no es tuyo, el cuerpo sí y también los sentimientos".

La reforma no cambia nada. Empresas y familias podrán seguir con la gestación subrogada en el extranjero

En el Titulo tercero, Capítulo III Artículo 32, en esa Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva insisten en que la gestación por subrogación o substitución es un contrato nulo de pleno derecho, según la Ley 14/2006 sobre técnicas de reproducción humana. Y en el Artículo 33 se prohíbe explícitamente la promoción comercial de la gestación por sustitución. Algo que ya estaba prohibido en la Ley de Publicidad (34/1988). Pero haciendo una búsqueda rápida en internet encontramos a una decena de empresas que anuncian este servicio. A veces camuflado en forma de asesoría o acompañamiento. Otras directamente como facilitadoras de estos "programas". Dando consejos como este:

El precio de una gestación subrogada varía en función de la gestante, y, nuestro primer consejo es que no se regatea con una gestante. Incluso si queréis mirarlo de forma egoísta. Cuando pagas mejor que nadie a una gestante, consigues la mejor gestante. Cuando quieres pagar menos, las mejores gestantes se van con otros padres, y aquellas que las clínicas serias han rechazado, porque no cumplían los requisitos médicos o psicológicos, acaban aceptando cifras inferiores, porque nadie más las acepta.

Hablamos con Ana Miramontes, abogada experta en gestación subrogada, y miembro de la asociación Son Nuestros Hijos. Admite que con la reforma legal "no podrán tener esa publicidad directa pero las familias seguirán existiendo y seguirá habiendo cada vez más menores y familias creadas o que han crecido gracias a la gestación subrogada". Admite que la Ley de reproducción asistida de 2006 ya declara nulos pero "a través de las instituciones jurídicas, las acciones ordinarias de paternidad se pueden regularizar a los menores". Además la "Instrucción de 2010" del ministerio de justicia permite regularizar a los menores desde su lugar de origen. Miramontes admite que pueda haber casos dudosos, pero que en la mayoría sí existe una buena práctica, un control y acuerdo mutuo, no tiene por qué suponer un problema. Un proceso que ofrezca todas las garantías y plenamente informado es el marco en el que ellos trabajan. Y reclama un marco regulador que permitiese eso para evitar algunas situaciones anómalas.

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Lo que hay que hacer es no dar ninguna legitimidad jurídica a los vientres de alquiler

La abogada experta en derechos humanos, Núria González, es tajante con este tema. "Abordemos el problema, lo que hay que hacer es anular la instrucción de 2010, que no tiene ninguna legitimidad jurídica. Que ya hay dos sentencias del Tribunal Supremo que dicen que esos contratos no deben tener reconocimiento jurídico en España. Que son contrarios al orden público y a los derechos humanos de las mujeres".

Nos cuenta Nuria que BioTexCom, la clínica que visitó Patricia Simón, estuvo investigada por la Fiscalía ucraniana, que instó a la española a investigar a las personas que habían ido a buscar bebés de esta empresa a Ucrania, porque está acusada de trata de personas. Además de otras irregularidades como usar el material genético de la gestante. Nuria lo sabe por experiencia propia, porque hace unos años realizó un reportaje y se hizo pasar por clienta. Al ver que tenía 40 años, le ofrecieron directamente un catálogo de mujeres para que eligiera su material genético. "Porque no nos olvidemos, lo que estamos buscando aquí son hijos perfectos. Los vientres de alquiler son un contrato por el que se adquiere un hijo perfecto y sobre todo sano".

"Estamos hablando de un modelo social en el que aceptamos que haya una parte de personas que pueden entrar en el tráfico comercial. "Estamos hablando de esclavitud" porque, se pregunta Núria, "¿qué era la esclavitud sino transferir personas para solventar las necesidades de alguien, en este caso la frustración de no poder tener hijos?". Quizás en el centro de este dilema ético-jurídico esté el que ser padres no es un derecho, es un deseo o anhelo, pero no un derecho. Y menos a costa de los derechos de otros seres humanos.