Cómo solucionar con un lápiz los molestos eructos constantes después de comer
El médico Fernando Azpiroz explica en Hora 25 cómo acabar con este problema tan habitual para muchos
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Madrid
Fernando Azpiroz es jefe de los grupos de Neurofisiología del Instituto de Investigación Vall d'Hebron y del Centro de Investigación Biomédica en red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas y ha explicado hoy en Hora 25 cómo la forma en la que comemos puede afectar, y mucho, a sentirnos hinchados e incómodos después de las comidas. Explica Azpiroz que esto ocurre porque con frecuencia acumulamos gases sin darnos cuenta. Normalmente, al comer se traga aire y se "evacúa en forma de eructo" pero "pasa todo desapercibido". De modo que la cantidad de gas que hay en el estómago es como "una burbujita pequeña y constante". Hasta aquí todo es normal. El problema está en que algunas personas, en palabras del propio experto, tienen "una especie de TIC y tragan más gas de lo normal después de comer". Este fenómeno incómodo, que puede amargar las comidas de cualquiera, se llama aerofagia.
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La aerofagia se produce precisamente en el momento en que se tiene una sensación de molestia en el estómago, que se malinterpreta como gases acumulados y se intenta expulsarlos. Al intentar eructar, apunta Azpiroz, lo que consiguen estas personas es justo lo contrario, porque tragan más gas de forma involuntaria y esa molestia va aumentando. El médico cree que esta costumbre se repite a menudo porque cuando consiguen eructar y son capaces de liberar una parte de esos gases acumulados logran encontrarse más cómodos. Azpiroz detalla que haciendo esto sólo consiguen desarrollar un TIC que no les va a aportar ningún beneficio y va a hacer perdurar esa molestia hasta que se deshagan de él. De hecho, este hábito tiende a relacionarse con personas que sufren ansiedad, cuenta.
Como indica Azpiroz: "Si no se traga aire, se deja de luchar". Por eso el especialista propone un método sencillo para acabar con estas situaciones tan incómodas. El truco es pedir a la persona que está sufriendo estas molestias que muerda un lápiz. Morder el lápiz obliga a la persona a tener "una rendija abierta" en la boca porque le impide cerrarla completamente. Al no poder cerrar la boca le resultará imposible poder tragar ese aire que acaba incomodando. Y al no poder tragar aire se deja de eructar porque se deja de acumular esos gases tan molestos. Para Azpiroz este es el remedio sencillo e infalible que deben seguir "aquellas personas que aseguran pasar cerca de 20 minutos eructando justo después de las comidas".
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