España reclama a EEUU un compromiso por escrito para que se hagan cargo de las tierras contaminadas por el accidente de Palomares
En 2015, Madrid y Washington alcanzaron un acuerdo político, que no jurídico, para que se trasladasen al desierto de Nevada las tierras que se contaminaron con plutonio en 1966
Madrid
España ha reclamado al gobierno de EEUU que se haga cargo y traslade al desierto de Nevada de la tierras contaminadas con plutonio como consecuencia del accidente nuclear que ocurrió en el municipio almeriense de Palomares en 1966, tal y como acordaron políticamente en 2015 Madrid y Washington. El Ejecutivo español ha pedido a la Casa Blanca la suscripción por escrito de un compromiso legal para que se cumpla con la promesa.
Así, han reactivado el expediente de la limpieza del municipio almeriense que quedó afectado por el siniestro nuclear hace 57 años después de que colisionasen un avión B-52 de fuerza aérea estadounidense y un avión cisterna mientras realizaban una maniobra para la recarga de combustible, cayendo cuatro bombas termonucleares en aguas de la costa mediterránea. Tras analizar dicho expediente detalladamente, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha presentado a Estados Unidos la petición oficial para que se efectúe la retirada de las tierras.
La petición se presentó hace ya unos meses ante la Secretaría de Estado, que ha dado trasladado al Departamento de Energía de la Administración Biden. Aún no ha habido respuesta por parte de Washington, pero la acogida inicial “ha sido positiva”.
Sin embargo, el hecho de que apenas queden unos meses para que acabe la legislatura puede llegar a suponer un impedimento que retrase aún más el cumplimiento del compromiso por la responsabilidad de EEUU en el incidente de Palomares. Pese a ello, fuentes consultadas por El País han mostrado su optimismo sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo en plazo debido a que las relaciones bilaterales “están en su mejor momento de los últimos años”.
Concretamente, se trata de 50.000 metros cúbicos de tierras contaminadas con medio kilo de plutonio, que hacen que el estigma radiactivo perdure en Cuevas de Almanzora, el municipio almeriense al que pertenece Palomares y Villaricos, más de medio siglo después. El terreno en cuestión sigue repartido entre 44 parcelas que el Estado está tratando de expropiar.
En 2015, ambas administraciones llegaron a un acuerdo político, que carece de toda vinculación jurídica, por el que España se encargaría de la limpieza y la potencia norteamericana encargaría de encontrar acomodo en su territorio a las tierras radiactivas. El memorándum nunca se llegó a desarrollar, lo que ha provocado que la contaminación se perdure en Palomares.