Lograr la abstención
Así renació la estrategia de la crispación en España, que había emergido con toda su fuerza a mediados de la década de los 90 contra Felipe González. Aspereza en las formas. Desacuerdo permanente y sistemático sobre algunas iniciativas consideradas de Estado, etcétera
Lograr la abstención
Madrid
Lograr la abstención. Quizá alguno de ustedes todavía lo recuerde. En el año 2008, en pleno zapaterismo, el responsable de comunicación del Partido Popular, Gabriel Elorriaga, una de las personas más inteligentes de la derecha española, dio una entrevista al Financial Times en la que desveló la estrategia electoral del PP. "Nuestra estrategia", dijo, "está centrada en que los votantes socialistas, hartos, se queden en casa y se abstengan de tanto ruido". Y continuó "si podemos generar suficientes dudas sobre la economía, la inmigración y los temas nacionales, quizá se queden en casa".
Así renació la estrategia de la crispación en España, que había emergido con toda su fuerza a mediados de la década de los 90 contra Felipe González. Aspereza en las formas. Desacuerdo permanente y sistemático sobre algunas iniciativas consideradas de Estado, etcétera. Un método para debilitar políticamente al gobierno de turno. Ahora, la estrategia de la crispación ha vuelto y por lo que se ve con bastante éxito preelectoral. Según el barómetro de 40dB para 'El País' y la SER conocido ayer sólo seis de cada diez electores socialistas están seguros de ir a votar. Con estos datos sería imposible para el PSOE ser la fuerza más votada y dependería extremadamente de otros puntos.
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